Estados facilitan licencias médicas a profesionales extranjeros para combatir escasez de doctores

La medida busca integrar a los más de 200,000 médicos inmigrantes que ya trabajan en EE.UU. (26% del total), pero genera debate sobre diferencias en estándares formativos.

Katherine Ardila

    Estados facilitan licencias médicas a profesionales extranjeros para combatir escasez de doctores

    En un movimiento para abordar la crítica escasez de médicos en zonas rurales, varios estados estadounidenses están implementando cambios significativos en los requisitos de licenciamiento para médicos formados en el extranjero. 

    Desde 2023, al menos nueve estados han eliminado la exigencia de repetir programas de residencia para estos profesionales, según datos de la Federación de Juntas Médicas Estatales. Esta medida, que cuenta con apoyo bipartidista, busca integrar efectivamente al 26% de médicos que ejercen en EE.UU. y que nacieron en otros países.  

    Impacto en médicos internacionales

    El cambio más importante afecta los programas de residencia, la formación práctica obligatoria después de la escuela de medicina. Anteriormente, todos los estados exigían repetir este proceso, que dura entre 3 y 7 años, independientemente de la experiencia previa del médico. 

    Ahora, profesionales como Zalmai Afzali, quien huyó de Afganistán en 2001, tienen un camino más accesible para validar sus credenciales. Los nuevos requisitos incluyen demostrar años de experiencia clínica, aprobar los exámenes médicos estadounidenses y completar un período de supervisión que oscila entre 1 y 3 años. 

    Afzali, quien actualmente atiende pacientes en zonas rurales de Virginia, compartió su experiencia: "Extrañaba ser médico. Trabajé 12 años en empleos mal pagados hasta poder revalidar mi título".  

    Debate sobre los nuevos requisitos

    Por un lado, los defensores argumentan que es una solución pragmática para las carencias críticas de profesionales de la salud, particularmente en áreas rurales donde el 65% de las comunidades reporta déficit de médicos. Además, permite aprovechar la experiencia de profesionales ya capacitados. 

    Por otro lado, los críticos expresan preocupación por las posibles diferencias en los estándares formativos entre países, el riesgo de fuga de cerebros desde naciones con mayores necesidades sanitarias y la posibilidad de discriminación salarial al contratar médicos extranjeros por menor remuneración.  

    Desafíos en la implementación

    Una comisión asesora recientemente formada ha identificado varios desafíos que podrían limitar el impacto de estas nuevas políticas. Entre los obstáculos más significativos se encuentra la falta de sistemas estandarizados para evaluar la calidad de las residencias médicas extranjeras, cuya implementación no se espera hasta 2025. Además, existe dificultad para encontrar supervisores calificados dispuestos a guiar a estos médicos, restricciones por parte de las aseguradoras de mala praxis y problemas con las certificaciones de especialidades médicas. 

    Erin Fraher, experta en políticas de salud de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, advierte: "El potencial existe, pero necesitamos ver cómo se implementa en la práctica".  

    Mientras estos cambios se implementan, algunos estados como Arizona están explorando alternativas complementarias, incluyendo incentivos salariales y programas acelerados para que enfermeras practicantes puedan convertirse en médicos

    Este experimento nacional representa un esfuerzo por redefinir el acceso a la salud en comunidades marginadas, aunque su éxito dependerá en gran medida de encontrar el equilibrio adecuado entre la urgencia por cubrir vacantes y las garantías de calidad en la atención médica. 



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