7 de 8 indicadores de inseguridad alimentaria empeoraron en personas con diabetes en Puerto Rico: Estudio

El 87.4 % de los adultos con diabetes reportaron inseguridad alimentaria en al menos uno de los indicadores evaluados, en comparación con el 66.9 % de los adultos sin enfermedades crónicas.

Mariana Mestizo Hernández

    7 de 8 indicadores de inseguridad alimentaria empeoraron en personas con diabetes en Puerto Rico: Estudio

    Durante la pandemia de COVID-19, muchos adultos alrededor del mundo enfrentaron desafíos para mantener estilos de vida saludables: alimentarse bien, hacer ejercicio con regularidad y dormir adecuadamente se volvió más difícil. Sin embargo, para las personas con enfermedades crónicas, como la diabetes, estos retos fueron aún mayores.

    Un estudio reciente realizado en Puerto Rico comparó cómo se vieron afectados los estilos de vida y la seguridad alimentaria de dos grupos de personas: adultos con diabetes y adultos sin enfermedades crónicas. 

    ¿Quiénes participaron en el estudio?

    La muestra incluyó a 870 participantes, en su mayoría mujeres, con edades entre los 21 y los 78 años. Los investigadores se propusieron entender si las personas con diabetes enfrentaron mayores niveles de inseguridad alimentaria, realizaron menos actividad física y experimentaron un mayor impacto negativo en su salud debido a las restricciones impuestas durante la pandemia.

    Inseguridad alimentaria

    Los resultados fueron contundentes: los adultos con diabetes reportaron niveles significativamente más altos de inseguridad alimentaria. Es decir, tuvieron más dificultades para acceder a una alimentación suficiente, variada y saludable.

    Dos de los problemas más comunes en este grupo fueron la falta de una dieta equilibrada y la limitada variedad de alimentos en sus hogares. Sorprendentemente, estas dificultades no se explican únicamente por el nivel de ingresos, ya que ambos grupos tenían características económicas similares.

    Falta de actividad física

    La actividad física también fue menor entre las personas con diabetes. Mientras que el grupo sin enfermedades crónicas alcanzó un nivel moderado de actividad, quienes viven con diabetes apenas se ubicaron dentro del rango bajo. 

    Además, este grupo reportó una mayor afectación en áreas clave de su salud como los hábitos de alimentación, el sueño, la posibilidad de comprar alimentos y el cumplimiento de recomendaciones médicas. En ambos grupos, la rutina de ejercicio físico fue la más perjudicada por las restricciones sanitarias.

    Recomendaciones para no repetir los mismos errores

    Este estudio, liderado por la Dra. Marleana M. Rolón-Sanfelizel y el  Dr. Eduardo Cumba-Avilés, subraya la necesidad de que, ante futuras emergencias sanitarias, se adopten medidas específicas para proteger a las personas con enfermedades crónicas. 

    Esto incluye garantizar el acceso temprano a alimentos de calidad, ofrecer mayores ayudas alimentarias y permitir el uso seguro de espacios públicos para la actividad física. Además, plantea la urgencia de seguir investigando cómo estas situaciones afectan la salud mental y los hábitos cotidianos de las personas con diabetes.



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