Esta condición autoinmune requiere de una atención multidisciplinaria, un seguimiento riguroso y el compromiso del paciente.
“El 90 % de nuestros pacientes que tiene diagnóstico de Lupus o que viene por evaluación del mismo tienen síntomas de artralgia, entre fatiga y cansancio, que es casi seguro que lo tenga un paciente con enfermedad sistémica”, así lo aseguro en entrevista exclusiva con la Revista de Medicina y Salud Pública, el Dr. Ricardo Gago, pasado presidente de la Asociación de Reumatólogos, “
El Dr. Gago, indicó que la detección del Lupus se da por la manifestación de síntomas asociados, donde se debe tener un acompañamiento clínico, ya que se pueden llenar de líquidos los órganos, generando fallas o daños en el paciente. Para el caso de los pulmones, inicialmente se presenta un dolor opresivo con falta de aire y hasta un envolvimiento interno desembocando una fibrosis.
Por su parte, el Dr. Óscar Soto, reumatólogo y presidente de la Fundación de Enfermedades Reumáticas, indicó que “los pacientes con Lupus, cuando presentan dolor de pecho o problemas para respirar, es importante siempre que puedan buscar ayuda porque puede ser ciertamente una emergencia”.
De acuerdo con los expertos, la inflamación que se presenta en órganos como el corazón, pericarditis, o en los pulmones, pleuritis, son señales de alarma para identificar una enfermedad como el lupus, la cual, es enfermedad inflamatoria reumatológica, es catalogada como la ‘enfermedad de las mil caras’, debido a que los síntomas son tan leves y variados que normalmente se tratan como sintomatología de alguna otra patología, por esto es vital la atención integral del paciente desde varias áreas de la medicina, logrando un diagnóstico que evite daños permanentes al paciente.
Ambos especialistas coinciden en que hay que tener claro que donde más presentan síntomas los pacientes de Lupus son: la piel, articulaciones y órganos vitales. En la piel, se requiere un acompañamiento especializado por dermatología que realice un seguimiento a cada síntoma que surja de este padecimiento, así mismo en las articulaciones, se necesita el acompañamiento de un reumatólogo; pero ciertamente es necesaria la atención desde múltiples disciplinas como nefrología, nutrición, neumología y psiquiatría entre otros.
Síntomas de Lupus
La sintomatología de esta condición es diversa, por lo que se pueden presentar múltiples manifestaciones que afectan cada sistema del cuerpo humano de los pacientes. Las más asociadas son:
Fatiga extrema;
dolores de cabeza;
dolor o inflamación de las articulaciones;
fiebre;
anemia;
dolor de pecho al respirar profundamente;
erupción cutánea en forma de alas de mariposa sobre las mejillas y nariz;
problemas de coagulación sanguínea.
Cabe resaltar que, cuando un paciente tiene artritis como enfermedad asilada, genera un daño en las articulaciones modificando la estructura de los huesos, pero en el caso de la artritis generada por Lupus, esta no es “erosiva, no genera daño a los huesos ni deformidades y si se presenta es por daño a los ligamentos y estructuras” como lo explica el Dr. Óscar Soto.
Cuando se aborda el tema de Lupus, se aclara que es una enfermedad individualizada, cada paciente desarrolla un cuadro de sintomatología específica, que así mismo debe ser acompañado, por los diferentes especialistas.
En el ámbito de nutrición es importante saber que una buena alimentación, es parte complementaria del tratamiento farmacológico, fortaleciendo el sistema inmune, los buenos hábitos se vuelven un aliado para la adherencia a los mismos.
Recomendaciones antiinflamatorias:
Ácidos Omega-3, que se encuentran en:
Pescados grasos, salmón, atún, nueces, semillas de linaza, linaza en polvo, batidos, cereales cocidos, aguacate.
El consumo de calcio (derivados lácteos, espinacas, almendras) y también la vitamina D (salmón, huevos, zetas) es necesario para evitar otras patologías.
Ácido fólico, se encuentran en:
Verduras de color verde brillante, granos y leguminosas.
Teniendo en cuenta que los síntomas más comunes, surgen desde la inflamación de los órganos y parte del cuerpo, es necesario evitar y hacer un consumo responsable de todos los alimentos que sean inflamatorios, aspecto que es individualizado, pues cada paciente debe reconocer esos alimentos que le perjudica, siempre desde un acompañamiento profesional en nutrición.
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