Los niños tienen 3 a 4 veces más posibilidades de tener el síndrome de Asperger que las niñas.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos estiman que 1 de cada 59 niños tendría algún tipo de Trastorno del Espectro Autista (TEA). Uno de ellos es el síndrome de Asperger, un tipo de autismo que afecta la manera en que una persona interpreta el idioma, se comunica y socializa.
Los síntomas del síndrome de Asperger aparecen en la infancia y tienden a persistir en la edad adulta y la adolescencia. Entre los más comunes se encuentra la fuerte obsesión con uno o dos temas específicos; molestarse ante cualquier cambio, conversaciones que casi siempre giran en torno a un tema determinado, movimientos torpes y descoordinados, e hipersensibilidad.
El síndrome de Asperger también se caracteriza por la dificultad para la interacción social, las obsesiones, los patrones del habla extraños, pocas expresiones faciales y otras peculiaridades.
De acuerdo con el Hospital Johns Hopkins, los niños que padecen el síndrome de Asperger tienen dificultad para comprender el lenguaje corporal de otras personas y tienen ciertos comportamientos debido a su sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales.
En general, quienes padecen el síndrome de Asperger pueden desempeñarse normalmente en la vida diaria, pero tienen una tendencia a la inmadurez social, se relacionan mejor con los adultos y tal vez los demás los consideren raros.
Síndrome de Asperger vs. Autismo
Es importante destacar que, a diferencia de los niños con autismo, los del síndrome de Asperger tal vez no presenten ningún retraso en el desarrollo del lenguaje; suelen tener buenas aptitudes gramaticales y un vocabulario avanzado a edades tempranas. Sin embargo, muchos de ellos presentan un trastorno del lenguaje.
Cabe mencionar que hasta el año 2013, este síndrome solía considerarse una afección en sí misma, con su propio diagnóstico. Sin embargo, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, comúnmente conocido como DSM-5, cambió la clasificación del síndrome de Asperger.
Este término fue descrito por primera vez por el pediatra austriaco Hans Asperger en la década de 1940, pero no se reconoció ampliamente hasta décadas después y también se define como "un trastorno neurológico que afecta la manera en que la información es procesada en el cerebro".
Otras características del síndrome de Asperger pueden incluir retrasos en la motricidad, torpeza, intereses limitados y preocupaciones peculiares. Los adultos con síndrome de Asperger tienen dificultad para demostrar empatía hacia los demás y continúan teniendo dificultades en las interacciones sociales.
¿Cuál es la prevalencia del síndrome de Asperger?
Los niños tienen 3 a 4 veces más posibilidades de tener el síndrome de Asperger que las niñas. Los expertos incluso consideran que la incidencia de esta enfermedad puede estar incrementándose, aunque también existe la posibilidad de que se esté diagnosticando más temprano.
Según la Coalición para el Síndrome de Asperger de Estados Unidos, es posible que el síndrome de Asperger aparezca más tarde que el autismo típico o, al menos, se lo detecta más tarde. A muchos niños se los diagnostica después de los 3 años y la mayoría de ellos recibe el diagnóstico entre los 5 y los 9 años de edad.
¿Cuáles son las causas del síndrome de Asperger?
Los investigadores y expertos en salud mental continúan investigando las causas del autismo y el síndrome de Asperger. Actualmente, se cree que ciertos problemas en el cerebro son una posible causa del síndrome de Asperger porque se han detectado diferencias estructurales y funcionales.
La genética también puede tener alguna relación en el síndrome de Asperger y las investigaciones indican que algunos casos pueden estar asociados con otros problemas de salud mental, como la depresión y el trastorno bipolar.
El síndrome de Asperger no se debe a carencias emocionales ni es causado por el tipo de crianza de un niño, se trata de un trastorno neurobiológico cuyas causas aún no se terminan de comprender.
En la actualidad no existe una cura para este trastorno; los niños con síndrome de Asperger también lo sufrirán cuando sean adultos, pero con el tratamiento y apoyo adecuado pueden tener calidad de vida.
Fuente consultada aquí.