Suspender el uso de medicamentos para la ansiedad y depresión puede alterar las señales químicas del cerebro y provocar síntomas como náuseas, cansancio o mareos.
La salud mental es el problema de salud pública número uno en todo el mundo, y la depresión mayor se posiciona como una de las condiciones psiquiátricas más frecuentes en la población. De hecho, según expresó el Dr. Edgardo Prieto, presidente de la Academia de Psiquiatría de Puerto, recientemente para la Revista Medicina y Salud Pública, se estima que el 20% de la población a nivel mundial experimenta episodios de depresión mayor.
En ese contexto, se ha visibilizado un aumento en la demanda de los fármacos específicos para tratarlos, pero también es común que los pacientes dejen de usarlos de forma abrupta.
¿Cómo actúan los antidepresivos?
Los antidepresivos ayudan a equilibrar las sustancias químicas del cerebro, mejoran el humor, la concentración y el sueño. Su mecanismo de acción se centra en la inhibición de la recaptación de las monoaminas (noradrenalina, serotonina o dopamina, según el tipo de antidepresivo).
Según Orbium, centro de tratamiento de adicciones y desintoxicación en Madrid y Barcelona, los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS), actúan sobre el sistema de neurotransmisión serotoninérgico del cerebro. La serotonina es un neurotransmisor implicado en la regulación del estado de ánimo, el sueño, la ansiedad y la conducta alimentaria.
Por otro lado, los Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y Noradrenalina, (IRSN), ejercen su acción sobre el sistema de neurotransmisión serotoninérgico y noradrenérgico del cerebro. La noradrenalina es otro neurotransmisor importante en la regulación del estado de ánimo y el estrés.
¿Por qué suspenden su uso sin supervisión médica?
Uno de los desafíos que se presentan en pacientes con depresión y ansiedad, es que a menudo no reconocen la necesidad de continuar con el tratamiento, especialmente cuando se sienten mejor.
En otros casos, los efectos secundarios del fármaco afectan en gran medida la calidad de vida de los pacientes, por lo que se ven obligados a suspenderlo abruptamente.
Consecuencias de la interrupción repentina
Suspender medicamentos como los que se usan para tratar la ansiedad y la depresión, así sea por un día, puede alterar las señales químicas del cerebro y provocar síntomas como náuseas, cansancio, mareos y sensación de "cabeza liviana".
Un estudio reciente señala que más de la mitad (56%) de las personas que intentan dejar de tomar antidepresivos presentan síntomas adversos, y casi la mitad de ellos (46%) describe los efectos secundarios como graves.
Podríamos entonces relacionarlo con el llamado "síndrome de abstinencia", que puede ser causado por la interrupción del uso no sólo de antidepresivos y ansiolíticos, sino también de hipnóticos, antipsicóticos, estabilizadores del estado de ánimo y estimulantes (incluidos los fármacos utilizados en el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
Elson Asevedo, psiquiatra y director técnico del Centro de Atención Integral a la Salud Mental de la Universidad Federal de Sao Paulo, añade que los pacientes que inicialmente responden bien a un fármaco, pueden responder más lentamente o resistirse a retomar el tratamiento que se suspendió abruptamente.
Entre los efectos secundarios más comunes de los medicamentos psiquiátricos, el médico cita:
- Disminución de la libido
- Somnolencia
- Aumento de peso
- Efectos gastrointestinales
- Mareo
- Náuseas
- Temblores
Elson Asevedo, psiquiatra y director técnico del Centro de Atención Integral a la Salud Mental de la Universidad Federal de Sao Paulo, añade que los pacientes que inicialmente responden bien a un fármaco, pueden responder más lentamente o resistirse a retomar el tratamiento que se suspendió abruptamente.
"En algunos casos puede ser necesario aumentar la dosis o cambiar de medicamento, incluso teniendo que combinar varios medicamentos diferentes", afirma Asevedo.
¿Cómo dejar de tomar correctamente un medicamento psiquiátrico?
Es común que una persona en tratamiento psiquiátrico piense que tendrá que consumirlos durante toda su vida, afirma Vanessa Favaro.
"La mayoría de las veces esto no sucede. Los tratamientos suelen tener un principio, un desarrollo y un final", afirma la médico.
El final requiere un proceso que puede durar meses o incluso años.
"La retirada debe ser gradual para evitar cambios bruscos en el funcionamiento del cerebro", afirma Favaro.
El primer paso, dicen los expertos, es contar con la recomendación del médico que acompaña al paciente para hacerlo.
"Primero necesitamos que los síntomas hayan mejorado por completo y que hayan pasado entre seis meses y un año de mejoría", afirma Asevedo.
"Antes de eso, no ha habido una mejoría absoluta del cerebro y es posible que los síntomas vayan a volver".
Entonces se pueden adoptar algunas estrategias, explica el psiquiatra, como empezar a tomar el medicamento cada dos días o reducir progresivamente la dosis.
"Es importante consultar a un psiquiatra para valorar el medicamento más adecuado a su tipo y patología", concluye Favaro.
Fuentes consultadas aquí y aquí.