Los esguinces recurrentes pueden dañar la propiocepción del tobillo y predisponer a futuras lesiones.
Los esguinces de tobillo son lesiones frecuentes que por lo general ocurren por girar el pie hacia adentro. Estas lesiones pueden ser dolorosas, causar hinchazón y sensibilidad, especialmente en la región anterolateral del tobillo.
El diagnóstico de los esguinces se realiza a través de una evaluación clínica y, en algunos casos, mediante radiografías. Por otro lado, el tratamiento incluye medidas como proteger la zona, descansar, aplicar hielo, comprimir y elevar el tobillo en casos de esguinces leves.
Cuando ocurre un esguince moderado y grave, se requieren inmovilización seguida de fisioterapia y en casos muy graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para su reparación.
Tipos de esguinces
Existen varios tipos de esguinces de tobillo según la gravedad de la lesión y la localización del dolor.
Esguinces por inversión (girar el pie hacia adentro): que suelen ser máximos en la región anterolateral.
Lesiones por eversión (girar el pie hacia afuera): máximos sobre el ligamento deltoideo.
Fractura de Maisonneuve: sobre el peroné proximal, así como a veces el tobillo medial y lateral.
Según su gravedad existen 3 tipos, grado I, II, y III, que se incrementan de acuerdo a la rotura del ligamento.
Grado I: Lesión leve, sobre-estiramiento del ligamento con micro-roturas.
Grado II: Lesión moderada, rotura parcial del ligamento.
Grado III: Lesión grave, rotura completa del ligamento.
En esguinces leves de tobillo (de primer grado), el dolor y el edema son mínimos, pero el tobillo se debilita y puede volver a lesionarse. La curación demora de horas a días.
En esguinces de tobillo de moderados a graves (segundo grado), el tobillo a menudo está edematizado y con hematomas. Caminar es doloroso y difícil. La curación tarda días a semanas.
Los esguinces de tercer grado (desgarros completos, a menudo involucran ambos ligamentos medial y lateral). Generalmente, la sensibilidad es máxima sobre los ligamentos dañados en lugar de sobre el hueso; la sensibilidad que es mayor sobre el hueso que sobre ligamentos sugiere fractura.
En esguinces de tobillo muy graves (tercer grado), todo el tobillo puede estar edematizado y con hematomas. El tobillo es inestable y no puede soportar el peso. Los nervios también pueden estar dañados.
Además, el cartílago articular puede romperse, lo que provoca dolor a largo plazo, edema, inestabilidad articular, artritis precoz y, ocasionalmente, anomalías de la marcha. La curación de los esguinces de tobillo muy graves generalmente tarda de 6 a 8 semanas.
¿Qué hacer ante un esguince?
El portal web Urban Fisio menciona que durante las primeras 72 horas después de un esguince se tiene como objetivo conseguir un efecto analgésico y antiinflamatorio mediante varios elementos:
Reposo: solo se aplicará a la zona afectada, evitando toda carga sobre el tobillo lesionado.
Hielo: se aplicará hielo justo en la zona lesionada interponiendo una fina capa durante como máximo 15 minutos.
Compresión: realizar un vendaje de distal a proximal con la misma tensión en todo su recorrido o en su defecto colocar una tobillera.
Elevación: por último, elevará la pierna afectada unos 15-30 cm por encima del nivel del corazón para reducir la inflamación.