Se destaca la importancia de investigar el impacto de las estatinas, medicamentos para reducir el colesterol, en los linfocitos T intestinales.
En el pecho humano, entre las puntas superiores de los pulmones, se encuentra una pequeña glándula similar a una flor de tomillo, conocida como el timo, con un peso de aproximadamente 30 gramos.
Los glóbulos blancos, responsables de la defensa del cuerpo, se forman en la médula ósea y algunos migran al timo para madurar, transformándose en linfocitos T citotóxicos, que desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico, incluso combatiendo células cancerosas.
Fortalecer los linfocitos T
Bajo la dirección del bioquímico español Miguel Reina, un equipo de investigadores ha descubierto una forma de fortalecer estos linfocitos T, lo que promete mejorar la inmunidad contra tumores e infecciones. Este hallazgo se ha publicado en la revista Nature.
¿Cómo funcionan los linfocitos T?
Los linfocitos T, que toman su nombre del timo donde maduran, se desplazan a través de la sangre y actúan como efectivos guardianes del sistema inmunológico. Cuando el cuerpo se enfrenta a una amenaza, como una infección viral en el intestino, estos glóbulos blancos responden aniquilando las células infectadas.
El fenómeno de la "memoria residente en tejidos" se manifiesta cuando los linfocitos T, así nombrados debido a su origen en el timo, permanecen en un órgano específico durante un largo período después de haber combatido con éxito una amenaza.
El Dr. Reina, quien nació en Barcelona y actualmente ejerce como investigador en la Universidad de California en San Diego, compara esta adaptación de los linfocitos T con su propia experiencia viviendo en diferentes lugares, como Alemania. Al igual que las personas se adaptan a nuevos entornos, estos linfocitos T desarrollan estrategias específicas en función del órgano al que se dirigen, ya sea el intestino, el pulmón u otro tejido.
Estudio centrado en el intestino
El equipo de investigación se ha centrado en el intestino, donde han examinado minuciosamente los linfocitos T residentes, células extremadamente pequeñas. Los resultados revelan que estos glóbulos blancos intestinales tienen una maquinaria de síntesis de colesterol especialmente potenciada, una sustancia esencial para el funcionamiento celular.
Sin embargo, de manera sorprendente, los experimentos han demostrado que una dieta rica en colesterol no aumenta la eficacia de los linfocitos T, sino que la disminuye. Según el galeno, cuando estas células detectan un exceso de colesterol, dejan de producirlo, similar a cómo una persona dejaría de cocinar si le entregan platos cocinados a su puerta.
En lugar de centrarse en la producción de colesterol en sí, los investigadores han dirigido su atención hacia un subproducto de este proceso: la coenzima Q. Esta molécula desempeña un papel crucial en la generación de energía en las mitocondrias, que son las baterías celulares.
Según el Dr. Reina, "Lo que hemos visto es que los linfocitos T tienen potenciada la maquinaria de producción de colesterol, pero no para hacer colesterol, sino para hacer coenzima Q, que aumenta la capacidad de generar energía". Además, su grupo ha identificado un fármaco existente, el ácido zaragózico A, que aumenta la producción de coenzima Q y prolonga la supervivencia en ratones con cáncer.
El Dr. Reina se muestra optimista sobre las posibles aplicaciones de este descubrimiento en el tratamiento del cáncer. Sugiere que estas adaptaciones observadas en los linfocitos T podrían aplicarse a una variedad de tipos de cáncer, como el cáncer de colon y el melanoma, y se podrían explorar en futuras investigaciones para mejorar los tratamientos contra el cáncer, incluido el cáncer de pulmón y otros tipos.
Además, el investigador resalta la importancia de evaluar el impacto de las estatinas, un medicamento ampliamente utilizado para reducir los niveles de colesterol en la sangre, en los linfocitos T intestinales, sin querer generar alarma, sino promoviendo una mayor investigación sobre este tema.
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