Aproximadamente 320 niños nacen con autismo en Puerto Rico anualmente

Los estudiantes registrados en el programa de educación especial con autismo en Puerto Rico han aumentado un 120% en los últimos años.

Valery Cardozo

    Aproximadamente 320 niños nacen con autismo en Puerto Rico anualmente

    Para profundizar en este tema y comprender mejor qué debemos saber sobre el autismo, Revista MSP conversó en exclusiva con el doctor Nicolás Linares, profesor de patología del habla y lenguaje en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, quien también dirige el Centro Filios y es un destacado investigador sobre autismo en la isla.

    El autismo es una condición neuropsicológica del desarrollo que afecta la capacidad de los individuos para relacionarse con otros, comunicarse de manera sociable y adaptarse a patrones de cambio. 

    Autismo: un desafío para las familias

    Según Linares, "la prevalencia estimada en Puerto Rico es de aproximadamente 320 niños nacidos anualmente con autismo, lo que representa un desafío significativo para las familias, los profesionales de la salud y los educadores".

    La detección temprana del autismo es crucial, Linares "destaca la importancia de identificar señales en bebés de tan solo 10 a 14 meses de edad, especialmente relacionadas con el contacto visual y la comunicación social".

    Sin embargo, el diagnóstico en Puerto Rico se realiza en promedio a los 7 años, lo cual es tarde según los estándares internacionales y puede afectar negativamente la intervención temprana.

    ¿Cómo afectó la pandemia al embarazo y cuál es su relación con el autismo?

    La pandemia ha generado aún más preocupación, ya que las circunstancias, como el miedo a la infección y la falta de acceso a la atención prenatal, pueden haber contribuido al aumento de casos. 

    Además, según el doctor Linares "se ha observado que la tensión excesiva durante el embarazo puede afectar el desarrollo cerebral del feto, lo que resalta la importancia de la intervención y el apoyo adecuados durante los primeros 1,000 días de vida del niño".

    Linares enfatiza en que "la intervención temprana es clave para garantizar que estos niños puedan desarrollar habilidades sociales y cognitivas adecuadas, lo que a su vez mejora sus perspectivas de vida futuras".

    Detección temprana de trastorno del espectro autista (TEA)

    Es esencial que los pediatras estén capacitados para identificar tempranamente signos de autismo y que las familias estén informadas y sean proactivas en buscar ayuda si tienen inquietudes sobre el desarrollo de sus hijos.

    El retraso en la detección y la intervención solo dificulta el proceso de adaptación y aprendizaje para estos niños, lo que puede tener repercusiones significativas en su futuro. Es fundamental que como sociedad trabajemos juntos para brindar el apoyo necesario a las personas con autismo y sus familias, asegurando así que tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.

    Más noticias de Neurología