En Puerto Rico, el uso de IA en pacientes cardiovasculares facilita la toma de decisiones referentes a procedimientos quirúrgicos necesarios.
Ha llegado a Puerto Rico una nueva alternativa innovadora para el diagnóstico, manejo y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, mediante el uso de inteligencia artificial.
En esta ocasión, con el objetivo de conocer más sobre su uso, la Revista Medicina y Salud Pública conversó en exclusiva con el Dr. Héctor Martínez, Cardiólogo Intervencional y director de los servicios cardiovasculares del Mayagüez Medical Center.
"La inteligencia artificial viene a ayudarnos y a complementar lo que hacemos", mencionó. "Tiene una serie de algoritmos que nos ayuda a identificar ciertas cosas que a veces se nos hace un poquito difícil identificar".
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Desde la experiencia del especialista realizando procedimientos mínimamente invasivos, la IA ha sido una herramienta de apoyo importante para evitar complicaciones futuras.
"Utilizamos este tipo de inteligencia artificial que nos ayuda a identificar cuáles son los factores importantes a considerar cuando ponemos los stents, para identificar qué tenemos que hacer para que queden óptimos, es decir, que permita al paciente vivir una vida larga, sin ningún efecto secundario y sin volverse a admitir al hospital".
Estos procedimientos se realizan a través de un angiograma, en donde se utilizan rayos x para hacer una imagen, por ejemplo, de las arterias del corazón (en el caso de un cateterismo cardíaco), donde se inyecta una sustancia especial para facilitar las imágenes.
A través de esto, "podemos hacer como un mapa del corazón y podemos identificar estas áreas de las arterias que pueden estar tapadas. Nosotros utilizamos esta tecnología, basada en la compañía de Abbott Cardiovascular, que se le conoce como OCT, que es una tomografía óptica, que hace un ultrasonido muy específico de alta resonancia para poder identificar mejor las diferentes capas de la vasculatura de la anatomía de las coronarias".
Esto, en pocas palabras, significa que simplifica la visibilidad del área vascular donde se va a colocar el stent, para optimizar el resultado.
"Sabemos que el angiograma tiene grandes limitaciones, porque en realidad estamos midiendo el corazón y haciendo un mapa basado en una herramienta que solo puede utilizar dos dimensiones, mientras que utilizamos la inteligencia artificial y el sonograma para vencer esa tercera dimensión, tener la profundidad y medir mejor desde el punto de vista de los diámetros".
Ahora bien, la implementación de todo este sistema no quiere decir que se hará mediante un brazo robótico sin la supervisión de un profesional de la salud, que puede llegar a ser la primera idea que nos surja al hablar de inteligencia artificial, sino que se trata de una herramienta complementaria para facilitar la toma de decisiones. y llevar a cabalidad un procedimiento mucho más efectivo.
"Nosotros en realidad, en lo que queremos enfocarnos, es en cómo la IA nos ayuda a tomar mejores decisiones, y en este caso es un sonograma que va por dentro de las arterias del corazón, cuando hacemos la medición resultante de la información del sonograma, esos datos la pauto en un software donde aparecen datos específicos como tamaño de la arteria, hallazgos dentro de la misma, factores de alto riesgo que indican que debo ser más agresivo desde el punto de vista de cómo voy a tratar esa área".