El melanoma es el cáncer de piel más grave y suele aparecer en las zonas del cuerpo más expuestas al sol, indica el National Cancer Institute.
Se trata del tipo más grave de cáncer de piel y se produce en los melanocitos, las células de la melanina. Aunque habitualmente aparece en la piel, también puede desarrollarse en los ojos o en la garganta.
A pesar de no existe una causa clara de la aparición de los melanomas, sí se tiene claro que la exposición a los rayos ultravioletas aumentan el riesgo de padecer este cáncer de piel. Por ello los melanomas suelen aparecer en las partes más expuestas al sol, como la espalda, cara y extremidades, aunque también pueden aparecer en las palmas de las manos y las palmas de los pies.
Los primeros síntomas de melanoma son cambios en un lunar existente o un nuevo bulto pigmentado de aspecto raro, que a simple vista se aprecia que no se trata de un lunar.
Existen factores de riesgo para desarrollar melanomas en la piel, como un sistema inmunitario debilitado, tener antecedentes familiares de melanoma, estar muy expuesto a rayos ultravioletas, tener la piel clara, antecedentes por quemaduras de sol o tener muchos lunares.
Cómo evitar el melanoma
Aunque, al no conocerse las causas exactas de la aparición de un melanoma no puedes evitar al 100% su aparición, sí puedes prevenirlo evitando o minimizando los factores de riesgo que están en nuestras manos.
Evita exponerte al sol en las horas centrales del día, ya que la exposición solar acumulada puede causar cáncer de piel, por lo que lo ideal es organizar las actividades al aire libre cuando el sol no sea tan fuerte.
De igual manera que para prevenir el melanoma hay que evitar la exposición al sol, también hay que hacerlo con las máquinas de bronceado de rayos UV.
Para evitar los efectos del sol en nuestra piel, además de llevar ropa de protección para los rayos UVA y los rayos UVB, es importante utilizar protección solar alta durante todo el año, incluso en los días nublados.
Además de prevenir los rayos, es fundamental explorarse la piel frecuentemente para identificar nuevas manchas o lunares en la piel y poder tratarlos en caso de ser necesario.