Esta condición suele presentarse en pacientes mayores de 50 años, y con mayor frecuencia en los hombres.
La literatura médica define a la enfermedad arterial periférica como la presencia de bloqueo en los vasos sanguíneos fuera del corazón, es decir, en las carótidas, las extremidades superiores e inferiores.
Se presenta con mayor frecuencia en hombres mayores de 50 años, y aunque se estima que su prevalencia en Puerto Rico es alta, es una condición que se mal diagnostica año a año.
Por ello, desde el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe, la Revista Medicina y Salud Pública conversó con el Dr. Damián Govas, cardiólogo intervencional, para conocer más sobre los criterios diagnósticos que se deben tener en cuenta para la detección de esta enfermedad.
"En la escuela de Medicina se le enseña al doctor a diagnosticar enfermedad vascular periférica cuando el paciente le duele al caminar, pero esto ocurre nada más en el 15% de los pacientes", aseveró.
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La detección de esta enfermedad suele ser tardío, ya cuando el paciente presenta complicaciones como el desarrollo de úlceras, en aproximadamente el 1 o el 2% de los pacientes. Sin embargo, en la mayoría de pacientes la condición es asintomática.
"Un 70% donde la enfermedad vascular periférica es atípica o asintomática, y ese tipo de paciente es sumamente complicado, y puede tener otras condiciones cardiovasculares al pasar el tiempo, o concomitantes".
Hoy en día se realiza un estudio en el que se mide la presión en manos y pies, llamado índice braquial-tobillo, para detectar la condición.
"Lo normal es de 0,9 a 1,3. Aquel paciente que tiene menos de 0,9 o que tiene más de 1,4 ya tiene enfermedad vascular periférica. Y no tan solo eso, la sobrevida de ese paciente es mucho menor, que la del paciente que no tiene enfermedad vascular periférica".
Otro examen, evalúa por segmento lo que está ocurriendo en la circulación del paciente, para detectar los bloqueos y tratarlos posteriormente.
Además de la terapia médica y las visitas los especialistas enfatizan bastante en adoptar hábitos de vida saludables.
"El paciente, por supuesto, debe dejar de fumar y hacer ejercicio al menos 150 minutos a la semana. Si después de que el paciente hace todo esto persiste el dolor, el paciente debe buscar asistencia médica más especializada".
Y es que un estudio referente al tema, del que Puerto Rico fue partícipe, reveló que además del consumo de tabaco, la hipertensión, el colesterol alto, la diabetes y la edad constituyen los principales factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad arterial periférica.
"Todo paciente que tiene 75 años o más puede tener enfermedad vascular periférica, y es el tipo de paciente que llega a la oficina médica y las manifestaciones son similares a los dolores de artritis".
El especialista menciona que es importante que el paciente conozca las consecuencias de no tratar la enfermedad, así como las herramientas disponibles en la actualidad para realizarlo.
La evolución de la tecnología en la intervención periférica ha revolucionado el tratamiento de pacientes con enfermedades vasculares, evitando en muchos casos la necesidad de recurrir a la cirugía.
En centros cardiovasculares alrededor del mundo, incluyendo Puerto Rico y Estados Unidos, se emplean diversas herramientas como globos, mallas y procedimientos de limpieza de arterias para mejorar la circulación y reducir la tasa de amputaciones.
"El índice es tan grande que hay de amputación en Puerto Rico, que según un estudio de hace un tiempo atrás, ocurre prácticamente una amputación diaria en la isla, ya sea parciales, pequeñas de dedo, como de extremidades".
Es crucial que los pacientes reciban recomendaciones y sugerencias para manejar efectivamente su condición. En primer lugar, los médicos deben explicar claramente la naturaleza de la enfermedad al paciente.
Además, se enfatiza la importancia de una dieta saludable, como la dieta mediterránea, rica en verduras, pescado y frutas, y baja en carnes rojas y carbohidratos. El ejercicio regular también es fundamental para el manejo de la enfermedad vascular periférica.
Es esencial que los pacientes visiten regularmente a sus médicos, incluyendo especialistas como endocrinólogos y cardiólogos, según sea necesario. Esto es especialmente importante para pacientes con condiciones como la diabetes o la hipertensión, que requieren un seguimiento cercano y ajustes en la terapia médica.
La educación continua es clave, y programas de información y educación deberían ser más frecuentes para empoderar a la población sobre la importancia del cuidado de la salud cardiovascular.