Durante la etapa reproductiva de la mujer, los cambios hormonales asociados con la menstruación reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte de las mujeres en Puerto Rico, incluso por encima del cáncer de seno y el cáncer de cuello uterino. Sin embargo, uno de los principales factores que contribuyen a esto, es la diferencia de los síntomas entre hombres y mujeres.
Aún así, desde el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe, la Dra. Norma Devarie Díaz, cardióloga clínica, explicó en exclusiva a la Revista Medicina y Salud Pública que el dolor de pecho es el principal signo de estas enfermedades.
"Los síntomas que presenta una mujer, a diferencia del varón son falta de aire, cansancio inexplicable, dolor de garganta, de cuello, de quijada, en los hombros, dolor abdominal, quizás en la boca del estómago que se puede confundir con acidez o algún problema del estómago".
Además, señala que ante la presencia de estos síntomas, el especialista debe sospechar de un evento cardiovascular agudo.
"Quizás el dolor de pecho a las mujeres no le da tan fuerte o tan opresivo, como en los hombres y sí nos da molestia, presión en el pecho que se puede irradiar a la espalda, a los hombros, al estómago, hay sudoración profusa y cansancio inexplicable".
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El cuidado prenatal, independientemente si hay riesgo de desarrollar alguna enfermedad cardíaca o antecedentes de la misma, es de suma importancia porque durante el embarazo pueden presentarse variaciones en la función del corazón.
"Hay cambios en la mujer cuando está embarazada, como aumento de la frecuencia cardíaca o aumento del volumen de sangre".
Por lo tanto, enfatiza que es necesario que la madre realice seguimiento de su salud cardiovascular si tiene niveles altos de presión y/o azúcar, o enfermedades en las válvulas.
Por otro lado, es importante reconocer que las mujeres poseen arterias coronarias mucho más pequeñas que presentan obstrucciones, que no son significativas, pero que sí corresponden a una enfermedad microvascular.
"Son personas que tienen arterias pequeñas que se enferman, y son más propensas a aparecer en mujeres que en hombres y que son bien difíciles de diagnosticar".
En la actualidad, hay estudios radiológicos, como la resonancia magnética, el PET y los estudios de medicina nuclear, para evaluar a los pacientes con esta condición.
"Otra de las cosas que podemos ver en las mujeres y en los varones, son espasmos en vasos sanguíneos coronarios, y ahi hay estudios invasivos que se pueden hacer dentro del laboratorio, pero es bien importante porque a veces las mujeres presentan síntomas, les hacen un cateterismo, y como no son arterias que están obstruidas severamente se despachan".
En las mujeres, los cambios hormonales provocados por la regla, favorecen mucho en este aspecto. De hecho, el aumento en la producción de estrógenos y endógenos reduce la incidencia de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, al llegar la menopausia este riesgo aumenta, así como el posible desarrollo de enfermedades que afecten a los huesos.
"Nuestro ciclo menstrual nos protege. Cuando se va la regla, aumenta el riesgo cardiovascular, hay que proteger huesos y se van experimentando otros cambios".
Ahora bien, los factores de riesgo asociados a las condiciones cardiovasculares son bien conocidos. Sin embargo, no basta solo con identificarlos, sino que también es importante modificarlos.
Los exámenes de rutina ante la presencia de alguno de estos factores de riesgo deben iniciar desde los 20 años de edad.
"No podemos hacer las cosas igual y esperar resultados distintos", aseveró. "Si a los 20 años usted fuma, tiene historial familiar bien fuerte de enfermedad cardiovascular temprana, no hace ejercicio, tiene su presión, colesterol o azúcar alta, tiene que modificarlo".