El lupus es una de las condiciones reumatológicas con mayor prevalencia en Puerto Rico, y afecta más a mujeres entre los 20 y 40 años de edad.
El lupus es una condición difícil de diagnosticar, debido a su complejidad y su manifestación en diferentes órganos y sistemas del cuerpo. Hasta el momento, no se cuenta con una cura para esta enfermedad, aunque sí existen alternativas para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Asimismo, cabe resaltar que el lupus se manifiesta como el resultado de una desregulación del sistema inmunológico, razón por la cual se trata con medicamentos que modulen (inmunomoduladores) o supriman (inmunosupresores) el sistema inmunológico.
Desde la primera edición de ´ReumaExpo Oeste´, el Dr. Oscar Soto Raíces, reumatólogo y presidente de la Fundación FER, explicó que esta enfermedad es 10 veces más común en mujeres, y afecta a pacientes entre los 20 y 40 años de edad.
"La prevalencia y la incidencia del lupus en nuestra población es bastante alta", aseveró. "Se estima que 159 por cada 100.000 habitantes padecen lupus en la isla. 277 por cada 100.000 mujeres".
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¿Cómo se origina el lupus?
Tal como explica el especialista, hay ciertos genes que predisponen a los pacientes a padecer la enfermedad, sin que esto signifique que quien tenga esta predisposición sí o sí va a desarrollarlo.
Sin embargo, señaló que cuando una persona con riesgo de padecerlo, se expone a un factor detonante como la nicotina, los virus o bacterias, puede desatarse la inflamación persistente que es característica del lupus.
"Esa inflamación, que viene de esa falta de regulación del sistema inmunológico, afecta distintos órganos, que producen anticuerpos, por lo que el sistema inmune va a estar activo todo el tiempo produciendo más células que amplifican esta respuesta inflamatoria".
Las principales manifestaciones del lupus suelen ser en los riñones, la piel, los pulmones, el cerebro y el corazón. Por lo general, los pacientes suelen experimentar cansancio, fiebre, malestar general, pérdida de apetito y de peso, erupciones cutáneas (siendo la más común la el rash en forma de mariposa), úlceras en boca y/o nariz, alopecia, dolor e inflamación de las articulaciones, dolor de pecho por inflamación en los tejidos que rodean los pulmones o el corazón, anemia, entre otros.
Además de los mencionados anteriormente, como la piel, el sistema digestivo, ocular, musculoesqueletal, hematológico, renal, nervioso, pulmonar y cardíaco pueden presentar alteraciones debido a la inflamación que experimentan los pacientes.
"El lupus puede afectar múltiples órganos y sistemas del cuerpo, por lo que el diagnóstico es complicado y difícil", señaló.
Si bien es cierto que las enfermedades no se manifiestan del mismo modo en los pacientes, el lupus tiene una singularidad y es que sus características, además de variar de persona en persona, también varían entre los diferentes grupos étnicos, por lo que cada paciente tiene su propia "marca".
"No todo el mundo presenta los mismos síntomas, y esto debemos tenerlo muy en cuenta cuando vamos a iniciar tratamiento", comentó. "No estamos tratando un paciente de lupus, estamos tratando una persona que tiene lupus que se manifiesta de una manera, y en cada persona esto es distinto".
De ser necesarios los glucocorticoides, se deben tener en cuenta cada órgano afectado, y la severidad en el mismo, y se deben reducir hasta llegar a una dosis de 5 mg o menos.
"A pesar de que los esteroides se usan frecuentemente, es algo que tenemos que usar con mucho cuidado", advirtió. "Esto es un recordatorio para nosotros, y para ustedes porque es fácil para el paciente conseguir esteroides y consumirlos. A veces se dan cuenta que tomar 20 o 30 mg los ayuda a sentirse bien al otro día, y lo toman como hábito, pero es muy peligroso".
Por ello, la literatura médica sugiere que estas alternativas solamente se usen en casos de emergencia, para controlar una crisis, bien sea de riñón o de pulmón, o para bajar la inflamación.
Y el objetivo, justamente, de todo esto es reducir el riesgo de efectos adversos de los corticosteroides sistémicos, como el aumento de peso, gastritis, vellosidad excesiva de la piel, diabetes, aterosclerosis, glaucoma o necrosis avascular (infarto en el hueso), por mencionar solo algunos.
"No quiero que piensen que no deben usar prednisona, porque se puede usar, pero tiene que ser un tratamiento supervisado, estructurado y con la meta de poder reducirla a 5 mg o menos, o quitarla de ser posible", aclaró.
Además de la adherencia al tratamiento, y la supervisión del mismo, el Dr. Soto mencionó que es común que estos pacientes desarrollen ansiedad o depresión, y es importante comentarlo con el médico tratante y evaluar la posibilidad de un tratamiento adicional para estas condiciones.
Asimismo, mencionó que es importante evitar la exposición prolongada al sol, manejar adecuadamente el estrés porque, como es bien sabido, puede activar la enfermedad, y controlar los factores de riesgo de la condición como la presión arterial o el consumo de azúcar.