Anualmente, en la Isla se registran más de 2.000 casos nuevos, y se reportan poco más de 600 muertes entre hombres y mujeres.
El cáncer constituye, mundialmente, la segunda causa de mortalidad en la infancia. Asimismo, son poco frecuentes los tumores que se diagnostican en la niñez, pues estudios sugieren que estas malignidades se detectan en 1 menor, por cada 333 niños, con una incidencia de 1 por cada 1.000 casos nuevos diagnosticados en los Estados Unidos en los que solo el 5% se encuentran ubicados en la cabeza y el cuello.
Lo cierto es que, a pesar de que este tipo de casos suelen ser escasos, los tumores de cabeza y cuello pueden llegar a ser bastante peligrosos. Actualmente, constituyen una clasificación denominada "tumores raros" los cuales, sumados a otros cánceres poco frecuentes, ocupan hasta el 14% de todas las malignidades en niños menores de 15 años.
Ahora bien, esto ha ralentizado los avances en el estudio y manejo de los tumores de cabeza y cuello, dando paso al diagnóstico tardío, complicaciones en el acceso y la disponibilidad, tanto de tratamiento, como de ensayos clínicos.
En la isla, los tipos de cáncer de cabeza y cuello más comunes son el de la cavidad oral y faringe. Según información del Centro Comprensivo de Cáncer, los hombres son los más afectados, ocupando un 73% de los nuevos casos. Además, es el quinto cáncer más diagnosticado en hombres, y ocupa el séptimo lugar en causas de muerte por cáncer.
Anualmente, en la Isla se registran más de 2.000 casos nuevos, y se reportan poco más de 600 muertes entre hombres y mujeres.
Así pues, la Dra. Luz Ángela Urcuqui, hemato-oncóloga, pediatra y vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica, ACHOP, señala que, desde dicha Asociación, "se hace énfasis en la importancia del trabajo cooperativo intergrupal para lograr desarrollar guías de trabajo en consenso que logren mejorar los resultados en estos pacientes y brindarles una mejor atención".
La región de la cabeza y el cuello, es una de las áreas más complejas del cuerpo humano, debido a las características anatómicas y funcionales que la caracterizan, sin embargo, da lugar a la formación de una amplia variedad de neoplasias malignas.
Estas, generalmente, derivan de la mucosa de las vías aéreas digestivas superiores como la cavidad oral, faringe, laringe, cavidad nasal y senos paranasales; también pueden producirse a partir de glándulas salivales, tiroides, paratiroides, tejido blando, hueso y piel.
Congestión nasal persistente.
Otitis media a repetición.
Obstrucción nasal unilateral.
Ronquera no asociada a causa infecciosa y persistente.
Sonido respiratorio anormal (estridor).
Pérdida del timbre normal de la voz (disfonía).
Dificultad para ingerir alimentos (disfagia).
Pérdida total o disminución del olfato (anosmia o hiposmia).
Dolor de cabeza (cefalea).
Adormecimiento de un sitio específico en cara o cuello (parestesias).
Maloclusión.
Es importante saber que, cuando en estos casos avanza el tumor, se puede evidenciar sangrado nasal, alguna masa dura, creciente e indolora, parálisis de los nervios o puede incluso extenderse más allá del área nasal e invadir la órbita, la base del cráneo y cerebro.
Estesioneuroblastoma: Es un tumor que se forma en los tejidos de la cavidad nasal superior y la base del cráneo, presentándose en el 28% de los cánceres de la cavidad nasal en los niños. Este es un tumor agresivo localmente y puede dar metástasis hasta en un 1.5% de los casos.
Carcinoma de células escamosas: Este tipo de tumores se origina en la cavidad oral y la orofaringe, que es la parte de la garganta, ubicada justo detrás de la boca. Hasta el momento, los factores de riesgo encontrados en los pacientes pediátricos son temas genéticos como la anemia de Fanconi, la disqueratosis congénita y el síndrome de Bloom.
Carcinoma nasofaríngeo: Este tumor se presenta detrás de la nariz y encima de la parte posterior de la garganta. Además, solo el 1% de todos los carcinomas nasofaríngeos ocurren en menores de 19 años.
Carcinoma de línea media NUT: Es un tipo raro de cáncer que se forma en las vías respiratorias o en otros lugares de la parte media del cuerpo, como el hígado, el área entre los pulmones, el páncreas, la vejiga y el timo, este a menudo crece y se extiende rápidamente.
Ameloblastoma y carcinoma ameloblástico: Este se origina en la lámina dental primitiva o quiste odontogénico, y se caracteriza por ser localmente agresivo, además dependiendo de la patología pueden realizar metástasis a nódulos linfáticos, pulmón, cerebro o hueso.
Cáncer de laringe: En el caso de los niños es más común la papilomatosis laríngea, que es una condición en la que crecen tumores benignos en las vías respiratorias que van de la nariz y la boca a los pulmones, se asocia al virus del papiloma humano tipo 6, 11, 16. El tratamiento en casos avanzados es quirúrgico, adicionalmente en casos poco frecuentes puede llegar a ocurrir transformación maligna y asociarse a compromiso pulmonar.
Tumores de la glándula salival: La mayoría se originan de la glándula parótida, pero hasta un 10 o 15% pueden originarse de glándulas submandibulares, sublinguales o salivales menores. Los carcinomas de las glándulas salivales, son infrecuentes en niños, la incidencia está alrededor del 0.8 por millón.
Según la doctora Urcuqui, el pronóstico de los niños con tumores de cabeza y cuello va a depender del tipo de tumor (benigno, maligno, localmente agresivo, metastásico), la posibilidad de realizar un diagnóstico temprano, el tener una cirugía oncológica completa, disponibilidad de manejo oportuno con quimioterapia y/o radioterapia según sea el caso.
Para ACHOP, es importante que, ante la sospecha diagnóstica de un tumor de cabeza y cuello, se acuda con el paciente inmediatamente a un chequeo médico y así se le pueda dar un manejo individual y bueno a dicha enfermedad, permitiendo que el niño tenga una adecuada sobrevida y recuperación con las menores secuelas.
Fuente consultada: Centro Comprensivo de Cáncer, Instituto Nacional de Cáncer.