Los primeros fármacos altamente efectivos para tratar la dermatitis atópica, comenzaron a administrarse hasta el 2017.
Las alternativas de manejo y tratamiento de la dermatitis atópica han cambiado exponencialmente desde finales del siglo pasado, en beneficios de los pacientes.
Desde el segundo simposio internacional de dermatitis atópica, organizado por la Alianza de Apoyo al paciente de dermatitis atópica junto a la Revista Medicina y Salud Pública, el Dr. José González Chávez, dermatólogo, catedrático y pionero en investigación clínica de medicamentos, relató los principales avances de los que ha podido ser parte durante los últimos 45 años.
"En aquellos tiempos, cuando yo era residente, me llevaban a evaluar pacienetesal hospital universitario, y entre esos casos habían pacientes que tenían dermatitis atópica", recuerda. "Lo único que podíamos tener disponible en algunos de ellos, eran los corticosteroides tópicos(...) Y cuando miraba hacia el lado de la cama de ellos, lo que había era un pote de manteca. Esa era la crema lubricante que usábamos para los pacientes que estaban hospitalizados".
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Según menciona el especialista, fue hasta los años 80´s o 90´s cuando empezaron a surgir más respuestas incidentales referentes al tratamiento de esta condición, cuando se empezaron a realizar trasplantes de corazón.
"Los trasplantes de corazón fueron los que abrieron el camino para todo lo que tenemos hoy, porque a esos pacientes se les daba un medicamento para evitar el rechazo del corazón, y en esa época pensábamos que la psoriasis y la dermatitis atópica eran enfermedades de la piel y no le dimos importancia a los linfocitos que estaban ahí".
Y para sorpresa de los especialistas en esa época, el uso de este fármaco en pacientes que habían recibido un trasplante de corazón, y que además padecían psoriasis, mejoraron sus síntomas y la apariencia de las placas. Esto dio paso a investigar el rol que cumplían los linfocitos T en el desarrollo de estas enfermedades.
Gracias a esto, y a las investigaciones posteriormente realizadas, las compañías farmacéuticas empiezan a mostrar interés en esta condición dada la alta prevalencia, e incidencia debido a las condiciones socioeconómicas en las que vivía gran parte de estos pacientes.
Fue aproximadamente en 2017, que surge el primer tratamiento que revolucionó el método de tratamiento de la enfermedad, sin embargo, la continuación de investigaciones para el desarrollo de más fármacos fue mucho más enfocada en las posibles causas para hacerlos más efectivos.
"Eso hizo que los primeros productos que salieron, fueran extremadamente efectivos, que le cambiaron la vida al paciente", señaló. "Seguimos aprendiendo más sobre el manejo de estos pacientes, y empezamos a desarrollar otros productos. Ahora tenemos medicamentos monoclonales que se inyectan, pero también empezamos a desarrollar medicamentos en pastillas, o moléculas pequeñas, y son sumamente efectivos".
Como es bien sabido, la dermatitis atópica tiene un fuerte componente genético que condiciona el desarrollo de la enfermedad en los pacientes. Además, es una enfermedad que por el momento no tiene cura, y el objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas.
Dicho esto, el especialista menciona que el tratamiento ideal sería identificar el gen que produce el desarrollo de la enfermedad en los pacientes, para enfocar directamente el tratamiento a ese factor.
Además, señaló también que es importante generar más conciencia referente a esta enfermedad, no solo en la población civil, sino también en la comunidad médica, dirigida tanto a médicos generalistas y pediatras, como a especialistas.
"Tenemos mucha labor todavía por llevar a cabo", reconoció. "Y una de ellas es hacer foros como este donde podamos expresar las necesidades que hay y los recursos que tenemos".