Si bien el cáncer de pulmón no es la enfermedad más común en oncología, tiene una alta tasa de mortalidad en Estados Unidos, incluyendo Puerto Rico.
Desde la vigésimo séptima convención de la Sociedad Radiológica de Puerto Rico, la Revista Medicina y Salud Pública conversó en exclusiva con la Dra. Amanda Marrero, radióloga, para conocer el panorama actual del cáncer de pulmón en la isla.
Y es importante recalcar que, en esta enfermedad, la radiología juega un papel importante para detectarlo de manera temprana, ya que los síntomas pueden facilitar la confusión de esta con otras enfermedades, o incluso, pueden no haber síntomas.
"Los estudios de imágenes nos ayudan a ver ese cáncer antes de que se presenten los síntomas, es decir, cuando el cáncer es tratable y cuando podemos ayudar al paciente", expresó la especialista.
Una señal que suele presentarse ante el desarrollo de cáncer de pulmón, es la tos acompañada de sangre y la pérdida de peso.
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Por lo tanto, los pacientes con factores de riesgo como el consumo de tabaco, la exposición a ciertos componentes ambientales deberían iniciar un seguimiento profesional para detectar cualquier anomalía debido a que, en el caso de las sustancias industriales tóxicas, por ejemplo, el paciente puede desarrollar fibrosis pulmonar con el tiempo, acelerando el crecimiento de células anormales, desencadenando probablemente, en cáncer.
"El humo de cigarrillo va generando inflamación en las vías aéreas, y cuando se inflama, el mismo pulmón trata de ayudar a esas células, y resolver esa inflamación. Pero cuando se sigue exponiendo a esta inflamación, va causando daños que se vuelven irreparables y que pueden llevar a cáncer".
Según la literatura médica, las personas con un riesgo mayor de desarrollar cáncer de pulmón (factores anteriormente mencionados), son candidatos a realizarse exámenes de detección anual de la enfermedad mediante tomografías computarizadas de dosis bajas.
Estas, a diferencia de otros exámenes, son sencillos, rápidos, indoloros, y no requieren medios de contraste: "El paciente recibe baja radiación, no hay que pincharlo porque no requiere contraste, está en menos de un minuto y se le toman imágenes del pecho, y con esas imágenes buscamos nódulos".
A través de este examen, los profesionales pueden identificar las características de los nódulos sospechosos y así diferenciarlos de los benignos.
"Es un estudio altamente sensitivo y específico, con más de un 99% de efectividad. Desde que se está utilizando la tomografía computarizada de baja dosis de manera anual, ha bajado la mortandad asociada a este cáncer".
Si bien es cierto que el cáncer de pulmón no es la enfermedad más común en hombres y mujeres, es el cáncer con la tasa de mortalidad más alta en Estados Unidos y Puerto Rico. De hecho, se estima que mueren más hombres que mujeres por esta condición, y se detecta en esta misma proporción.
"Antes esto se consideraba una enfermedad de pacientes mayores, ahora se ve en pacientes más jóvenes".
Esto último lleva a pensar en la situación actual que se está viendo, con el creciente uso de cigarrillos electrónicos ´vaping´, que tiene como principal estigma "mayor seguridad por encima de los cigarrillos", cuando en realidad aún no se conocen por completo sus componentes.
"Esto no está regulado", enfatizó la especialista. "Así que no necesariamente sabemos qué es lo que tiene, ni cuáles son los componentes".
Esto es una realidad alarmante porque, según las guías del Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) contemplan únicamente el consumo de cigarrillos, por lo que los usuarios de vaping no necesariamente entran en estas guías de detección temprana.
"Un estudio de tomografía de baja dosis aplica a los pacientes que están entre los 50 a 80 años, que hayan fumado o estén fumado, y que completen una cantidad de 20 cajetillas".