La inhibición de la enzima IDO1 puede ofrecer una nueva estrategia terapéutica para pacientes infectados y prevenir la progresión hacia enfermedades más graves.
Investigadores de la Universidad de Basilea y el Hospital Universitario de Basilea han encontrado un enfoque prometedor para combatir el virus de Epstein-Barr (VEB) y las enfermedades que provoca. Este avance se centra en la inhibición de una vía metabólica específica en las células infectadas, lo que podría reducir la infección latente y, por ende, el riesgo de enfermedades posteriores.
El virus de Epstein-Barr es extremadamente común; aproximadamente el 90% de la población adulta está infectada, aunque muchos no muestran síntomas. Alrededor del 50% de las infecciones ocurren antes de los cinco años, mientras que otras personas contraen el virus durante la adolescencia. La infección aguda puede causar fiebre glandular, también conocida como "enfermedad del beso", y dejar a las personas afectadas debilitadas durante varios meses. Además de sus propiedades cancerígenas, se sospecha que el VEB contribuye al desarrollo de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
El equipo liderado por el profesor Christoph Hess ha identificado cómo el VEB reprograma las células inmunitarias infectadas, conocidas como células B. Este proceso de "transformación" es crucial para que la infección se cronifique y eventualmente cause enfermedades como el cáncer. Los investigadores descubrieron que el virus aumenta la producción de la enzima IDO1 en las células infectadas, lo que eleva la producción de energía en las mitocondrias. Esta energía adicional es necesaria para el aumento del metabolismo y la rápida proliferación de las células B reprogramadas por el VEB.
El estudio se centró en pacientes que desarrollaron cáncer de sangre, desencadenado por el VEB, después de un trasplante de órganos. Estos pacientes deben recibir medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo del órgano, lo que facilita que el VEB cause cáncer de sangre, conocido como linfoma postrasplante. Los investigadores demostraron que el VEB regula positivamente la enzima IDO1 meses antes de que se diagnostique el linfoma postrasplante, lo que podría ayudar en el desarrollo de biomarcadores para la enfermedad.
Anteriormente, se desarrollaron inhibidores de IDO1 con la esperanza de que pudieran tratar el cáncer, pero los resultados no fueron los esperados. Sin embargo, estos inhibidores podrían tener una nueva oportunidad para frenar la infección por VEB y abordar las enfermedades asociadas. En experimentos con ratones, la inhibición de IDO1 redujo la transformación de las células B, la carga viral y el desarrollo de linfoma.
"En los pacientes trasplantados, es común usar medicamentos contra varios virus, pero hasta ahora no había nada específico para prevenir o tratar las enfermedades asociadas al virus de Epstein-Barr," un patólogo experto.
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