Los avances para el tratamiento de esta condición han abierto la posibilidad de que los pacientes con dermatitis atópica tengan una realidad completamente distinta a la de los pacientes de hace 3 décadas.
Ketsy Román, fundadora del grupo Vivir con Dermatitis Atópica, fue diagnosticada con la condición a los 2 años de edad, y ha convivido con la enfermedad durante cuatro décadas. A lo largo de este tiempo, Ketsy se ha convertido en una voz de aliento y de apoyo para todas aquellas personas que reciben su diagnóstico y no saben cómo lidiar con los síntomas o presentan complicaciones.
"En 40 años te puedes imaginar todo lo que tuvo que haber transcurrido con mi dermatitis, desde momentos sumamente difíciles de no poder continuar y tener que detener mi vida, hasta el día de hoy que puedo decir que estoy mucho mejor", relató en exclusiva a la Revista Medicina y Salud Pública.
Del mismo modo, señaló que durante este tiempo ha aprovechado su experiencia para ayudar a las personas que lo necesitan.
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Según relata, uno de los principales desafíos tras haber recibidos su diagnóstico, tuvo que enfrentarlo a los 10 años, cuando comenzó a lidiar con las miradas y comentarios de las demás personas sobre la apariencia de su piel, pero señala que durante su adolescencia este impacto a su autoestima fue aún mayor.
Aún así, es enfática en que la realidad de los pacientes, hoy en día, puede ser otra.
"Hoy no hay necesariamente por qué vivir eso que yo viví, porque ahora hay muchas formas de poder estar bien y la medicina ha avanzado tanto, que las personas con dermatitis atópica en esta nueva generación no van a vivir lo que estoy explicando si buscan ayuda".
Y es justamente esta experiencia la que ha animado a Ketsy Román a convertirse en esa voz de ayuda, pero también de acompañamiento para todos los pacientes que están atravesando un proceso emocional similar.
"Quiero ser esa persona que puede ayudar a otros, como me ayudó mi familia y amigos, pero ser esa persona que yo no conseguí en aquel entonces, con quien identificarme, a quién preguntarle, porque me sentía sola".
Como es bien sabido, uno de los principales síntomas de la dermatitis atópica es la comezón constante en las lesiones cutáneas. Muchos pacientes refieren que este síntoma es capaz de llegar a interferir con su vida cotidiana, empezando por impactar directamente en la calidad del sueño.
"De mi experiencia podían pasar 3 días y yo no podía conciliar el sueño, y aún así yo tenía que continuar con mis estudios y mi trabajo".
Desde su diagnóstico, hasta el día de hoy, explica, Román ha probado múltiples medicamentos y alternativas de tratamiento para mejorar su calidad de vida, ya que suelen funcionar temporalmente. Aún así, con los avances que se han presentado en este campo durante los últimos años, ha podido tener un poco más de control sobre la enfermedad, y minimizar los síntomas a tal punto en que ya no interfieren con la cotidianidad.
"Ya he podido controlar bastante mi dermatitis, así que he tratado de hacerlo lo más natural posible, pero no siempre ha podido ser así", mencionó. "Por eso invito a las personas con dermatitis atópica a que busquen ayuda ahora mismo. En los últimos 10 años ha surgido una gama de opciones y medicamentos que te van a hacer sentir como si no tuvieras nada".