Hay países que han optado por espaciar el tiempo entre dosis algunos días más. Uno de los motivos principales para dilatar la segunda inyección es disponer de más dosis iniciales para vacunar a más personas en las primeras rondas.
La mayoría de las vacunas covid-19 aprobadas hasta ahora en Europa se administran en dos dosis (la única excepción es la de Janssen). Los ensayos clínicos, que han permitido demostrar su eficacia y seguridad, indican el período de tiempo que debe pasar entre el primer y el segundo pinchazo para que la persona desarrolle defensas que la protejan contra las formas más graves de la enfermedad.
Según los resultados de los ensayos clínicos, los días que deben pasar entre dosis varían en función de la vacuna:
- Pfizer/BioNTech: 21 días
- Moderna: 28 días
- Oxford/AstraZeneca: de 28 a 84 días (*)
“La primera dosis provoca una reacción primaria del sistema inmunitario contra la infección. La segunda dosis consigue una respuesta mucho más intensa y rápida”, explica sobre estas y otras vacunas de doble dosis Vicente Larraga, profesor de investigación del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CIB-CSIC).
A pesar de que la eficacia está probada en estos casos, hay países que han optado por espaciar el tiempo entre dosis algunos días más. Uno de los motivos principales para dilatar la segunda inyección es disponer de más dosis iniciales para vacunar a más personas en las primeras rondas.
“Esta variación es lógica, pero como hemos ido con prisas no se han probado otras pautas de vacunación”, comenta Larraga. Aunque algunas vacunas ya estén autorizadas y administrándose a la población, la cuarta y última fase de los ensayos clínicos sigue en marcha para ahondar en su conocimiento. Uno de estos aspectos es si el intervalo de entre las dos dosis puede ser mayor para aumentar la capacidad de vacunación de la población.
En el caso de Oxford/AstraZeneca, la dificultad de producir vacunas para administrar la segunda dosis aportó nuevos resultados. Tal y como recoge la agencia SINC, la primera dosis de la vacuna mantiene su inmunogenicidad al menos durante 90 días, lo que permitiría extender la población inmunizada antes de necesitar la segunda dosis. Además, la eficacia parece incluso mayor si se esperan esos tres meses, según un estudio publicado en The Lancet.
“Es algo extraño. Sinceramente, no tengo una explicación”, reconoce Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología. “En cualquier caso, parece que la inmunidad no decae hasta pasados al menos esos tres meses, lo que es positivo. Y, desde luego, eso en ningún caso significa que haya que renunciar a la segunda dosis”, añade el también jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Marqués de Valdecilla (Santander).
En base a estas observaciones, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el uso de esta vacuna es un intervalo de entre cuatro y doce semanas entre la primera y la segunda dosis, en línea con el posicionamiento de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).
El pionero en este cambio de estrategia fue Reino Unido, que decidió espaciar las dos dosis de la vacuna de Oxford/AstraZeneca hasta tres meses, en base a resultados preliminares. En España, la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad ha establecido un intervalo de diez a doce semanas entre las dos dosis de la vacuna de Oxford/AstraZeneca, preferiblemente 12 semanas.
Según el tipo de vacuna
Las vacunas de Pfizer y Moderna son vacunas que utilizan ARN mensajero para producir la respuesta inmunitaria. En cambio, la de Oxford/AstraZeneca se basa en una tecnología más convencional, que se sirve de un vector viral, en este caso el adenovirus de chimpancé, para presentarle el nuevo coronavirus al sistema inmunitario.
Como la de Oxford/AstraZeneca, ya existen otras vacunas de este tipo para otras enfermedades que permiten saber muchas más cosas, como la de la gripe o la de la malaria, en introducción piloto en tres países africanos. En este caso, separar las dos dosis puede incluso generar más protección.
En relación con las vacunas de Pfizer y Moderna, la Organización Mundial de la Salud admite retrasar la segunda dosis hasta 42 días (seis semanas) en el caso de que fuera necesario, como problemas con la producción. La Agencia Europea del Medicamento apunta en la misma dirección, a pesar de que faltan datos clínicos para administrar la segunda dosis más allá de lo establecido en los ensayos clínicos.
Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés) se desmarca de los organismos anteriores y es clara: “Los datos disponibles siguen respaldando el uso de dos dosis específicas de cada vacuna autorizada a intervalos determinados”, que son 21 días entre la primera y la segunda dosis de Pfizer, y 28 días en el caso de Moderna.
En la reunión de la Comisión de Salud Pública mantenida el día 30 de abril de 2021, se acordó ampliar, de manera temporal, de 12 a 16 semanas el intervalo de vacunación entre dosis en las personas menores de 60 años que han recibido una dosis de Vaxzevria11. Durante este tiempo se dispondrá de más información sobre datos de farmacovigilancia, de inmunogenicidad y seguridad de las pautas mixtas en los países de nuestro entorno, para decidir la vacuna que se administrará a estas personas.
Fuente: AgenciaSinc