La mujer tuvo un embarazo ectópico que no se desarrolló correctamente y al mismo tiempo llevaba un embarazo normal de 6 semanas dentro de su útero.
Una mujer embarazada de 28 años, con antecedentes de salud de tres embarazos y un parto, sin abortos, se presentó al Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General de Bengo, afirmando que estaba grávida desde hace tres años y presentaba ausencia de la menstruación durante los últimos dos meses.
En la evaluación física general no evidenciaron alteraciones en su salud, sin embargo, a nivel regional, en el abdomen, se observó en la porción superior de la zona asimétrica, (corroborándose a la palpación) una tumoración alargada y dura, de consistencia pétrea de más menos 30 centímetros en proyección de epigastrio e hipocondrio derecho, no movible y no dolorosa.
En el examen ginecológico se encontró al tacto vaginal un útero aumentado de tamaño, blando, con signos subjetivos de embarazo de aproximadamente 6 semanas y anejos normales.
Ante los hallazgos se sugirió a la paciente la realización de una ecografía abdominal y ginecológica, sospechando la presencia de una gravidez del primer trimestre y un tumor abdominal de causa no ginecológica.
Los exámenes revelaron la presencia de un feto intrabdominal calcificado
La ecografía ginecológica reveló un embarazo de aproximadamente 6 semanas con un embrión único y latido cardíaco presente, mientras que la ecografía abdominal mostró un feto en proyección abdominal alta con latido cardíaco ausente (litopedion).
Es decir, que la mujer de 28 años tuvo un embarazo ectópico que no se desarrolló correctamente y donde el feto se calcificó en su cuerpo. Al mismo tiempo, también llevaba un embarazo normal de 6 semanas dentro de su útero.
Los médicos que atendieron a la paciente decidieron realizar una laparotomía, encontrándose un feto calcificado en la porción superior del abdomen con adherencias al intestino, epiplón, hígado y estómago, que fueron liberadas, y un útero grávido pequeño con estructura anatómica normal.
Posteriormente, se dejó un drenaje por 48 horas, con una evolución satisfactoria. El postoperatorio inmediato transcurrió sin complicaciones, dándose alta a la paciente a los 7 días.
La paciente continuó su seguimiento en el servicio de atención prenatal del Hospital General de Bengo, con seguimiento especializado y por ultrasonografía, presentando posteriormente un parto normal con un recién nacido femenino con buen peso a las 39 semanas de gestación.
Sobre el litopedión o literalmente ´bebé de piedra´
El litopedion es una rara consecuencia del embarazo abdominal, donde, por pasar asintomático y escaparse al diagnóstico médico, el feto o sus membranas entran en un proceso de petrificación.
En la literatura científica actual se han descrito numerosos casos de gravidez ectópica abdominal, en el mesenterio, bazo, hígado, vejiga, pared uterina, abdominal y ligamentos abdominales, con pocas semanas hasta el término del embarazo.
Los casos de litopedion, generalmente, son hallazgos casuales durante la realización de exámenes radiológicos o ultrasonográficos, como es el caso de la paciente embarazada de 28 años.
El litopedion es una rara consecuencia del embarazo ectópico
Diferentes autores reportan que el litopedion es una rara consecuencia del embarazo ectópico abdominal. Puede sospecharse en pacientes con antecedentes de haber presentado un embarazo y con cuadros raros de dolor abdominal recurrente o persistente, u otros síntomas gastrointestinales, o en ocasiones el hecho de una gestante llegar a término sin cambios cervicales y muerte fetal, hacen sospechar la presencia de un embarazo abdominal, sobre todo si se asocia con inducción fallida.
En el caso reportado existe la particularidad de no haberse encontrado reporte en la literatura de esta entidad acompañada con un embarazo ectópico, por lo que se considera un caso inédito.
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