Es un fármaco anticonvulsivo utilizado para tratar diversas condiciones, como la epilepsia, el dolor neuropático y el trastorno de ansiedad.
La Pregabalina contiene como principio activo un análogo del ácido aminobutírico (GABA) llamado ácido (S)-3-(aminometil)-5-metilhexanoico, que actúa disminuyendo la cantidad de señales de dolor que los nervios dañados envían al cerebro. Algunos nombres comerciales incluyen Lyrica y Lyrica CR.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que puede tener efectos secundarios y puede interactuar con otros medicamentos. Por lo tanto, es necesario consultar con un médico antes de iniciar o cambiar cualquier tratamiento con este fármaco.
Pregabalina y su relación con el síndrome de las piernas inquietas
El Síndrome de Piernas Inquietas (SPI), también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, es un trastorno que, como bien indica su nombre, causa sensaciones incómodas en las piernas y un impulso irresistible de moverlas. Por sus compuestos, el medicamento ha demostrado ser eficaz para tratar los síntomas neurosensitivos y motores de la enfermedad.
No obstante, los eventos adversos pueden incluir temblores y somnolencia diurna, debe ser consumida bajo las especificaciones dadas, para evitar su sobredosis.
Clasificación y mecanismo de acción
Principalmente, su uso es para para aliviar el dolor neuropático (dolor producido por los nervios dañados) que puede ocurrir en brazos, manos, dedos de las manos, piernas, pies o dedos de los pies si se tiene diabetes y neuralgia postherpética (PHN, por sus siglas en inglés, ardor, dolor punzante o molestias que pueden perdurar por meses o años después de un ataque de herpes zóster).
También, se utiliza para aliviar el dolor de la neuropatía que puede ocurrir después de una lesión de la médula espinal y para tratar la fibromialgia (una afección de larga duración que puede provocar dolor, rigidez muscular, sensibilidad, cansancio, dificultad para dormir o para permanecer dormido).
Se utiliza junto con otros medicamentos para tratar determinados tipos de convulsiones en adultos y niños a partir de 1 mes de edad.
Presentación y administración
Ahora bien, la presentación de este medicamento es en cápsulas, solución oral y una tableta de liberación lenta para administración por vía oral. Las cápsulas, inclusive la solución oral generalmente se toman dos o tres veces al día, con o sin alimentos.
Igualmente, las tabletas de liberación lenta se toman una vez al día después de la cena, deben tragarse enteras, sin masticar, triturar ni partir. Es importante seguir las instrucciones de la etiqueta de la receta y consultar al médico o farmacéutico en caso de dudas.
Es posible que se inicie con una dosis baja de pregabalina, aumentando gradualmente durante la primera semana de tratamiento. Puede llevar varias semanas antes de sentir el beneficio completo. Si se interrumpe repentinamente, pueden aparecer síntomas de abstinencia como dificultades para dormir, náuseas, diarrea, dolor de cabeza o convulsiones.
Efectos adversos más frecuentes
Si bien puede provocar una variedad de efectos secundarios. Algunos de los más comunes incluyen cansancio, mareos, dolor de cabeza, secuela en la boca, náuseas, vómitos, estreñimiento, gases, distensión abdominal, estado de ánimo "exaltado" o eufórico, problemas del habla, dificultad para concentrarse o prestar atención.
También, se puede desarrollar dificultad para recordar u olvidos, ansiedad, falta de coordinación, pérdida del equilibrio o inestabilidad, temblor o sacudidas incontrolables de una parte del cuerpo, espasmos musculares, debilidad, aumento del apetito, aumento de peso y dolor de espalda.
Es importante informar a su médico si experimenta alguno de estos síntomas y discutir cualquier preocupación que pueda tener. Su médico puede ajustar la dosis o recomendar medidas para gestionar los efectos secundarios.
Riesgo de abuso potencial y sus consecuencias
Tanto la pregabalina como la gabapentina (otro medicamento similar) son fármacos con riesgo de abuso potencial. La pregabalina está clasificada como un fármaco de control especial en algunos países.
En consecuencia, a que puede producir por su alto consumo, efectos duraderos como visión borrosa, visión doble u otros cambios en la visión, urticaria, sarpullido, comezón, inflamación de los ojos, la cara, la garganta, la boca, los labios, las encías, la lengua, la cabeza o el cuello.
Además, dificultad para respirar, fiebre, tos u otros signos de infección (especialmente en niños y lactantes).
Interacciones con otros medicamentos
Por otra parte, en sus interacciones puede potenciar los efectos del Etanol y Lorazepam, así como otros medicamentos depresores del sistema nervioso central (SNC).
La oxicodona puede tener un efecto aditivo en la alteración de la función cognitiva y motora causada por la pregabalina. Por ello, es importante informar a su médico sobre todos los medicamentos que está tomando, incluidos los medicamentos de venta libre y los suplementos dietéticos, esto ayudará a prevenir interacciones peligrosas.
Fuentes consultadas aquí y aquí.