El objetivo de esta investigación es facilitar el acceso a pruebas de seguimiento de algunas enfermedades reumatológicas con factores inflamatorios.
Como parte de las pruebas de seguimiento en un diagnóstico de alguna enfermedad reumatológica, los especialistas suelen utilizar el ultrasonido para evaluar las articulaciones y los tejidos blandos, observar los efectos de determinado tratamiento en el organismo o hacer un diagnóstico diferencial.
En búsqueda de facilidades de acceso
Pese a que esta es una opción muy eficaz, el acceso es más bien limitado en algunas áreas de Estados Unidos. Por lo tanto, desde la Universidad de Alabama se han adelantado algunas investigaciones que facilitarían la realización de estos exámenes en áreas rurales del Estado.
Desde el ACR Convergence 2023, la Revista Medicina y Salud Pública conversó con la Dra. Giovanna Rosas, residente de medicina interna, aspirante a fellow de reumatología, quien ha sido parte del equipo investigativo.
“Vengo de la universidad de Alabama y lo que estamos realizando ahora, es la búsqueda de nuevos métodos para evaluar inflamación para que no se utilice el ultrasonido, y poder llevarlo a zonas rurales del Estado en donde no hay acceso a estos exámenes”.
Como parte de los resultados del proyecto que adelantan, la Dra. Rosas explicó que al parecer, una alternativa podría facilitar que más pacientes puedan beneficiarse de estos exámenes para ajustar el tratamiento que reciben, o iniciarlo una vez se les diagnostique la condición.
“Con estos hallazgos hemos visto que una cámara puede detectar la inflamación. Con eso, podemos mejorar la salud en pacientes que no tienen acceso a centros grandes en Estados Unidos”, resaltó.
Programa completo aquí.
La importancia de detectar y tratar los síntomas inflamatorios
Hasta el momento, el ultrasonido era una herramienta fundamental para detectar la inflamación interna que ocurre como respuesta del organismo hacia las enfermedades autoinmunitarias, como la artritis o el lupus.
A través de un tratamiento oportuno, los especialistas pueden detener el progreso de las condiciones, disminuyendo el riesgo de deformidad y pérdida de la función articular.
De manera que, si se incorporan métodos más accesibles para detectar los procesos inflamatorios asociados a estas condiciones en pacientes que residen en áreas rurales, se podría mejorar la calidad de vida de estas personas preservando su funcionalidad.
El tratamiento para la inflamación interna, también, mejora los síntomas que por lo general causa dolor, hinchazón y rigidez de las zonas afectadas. Del mismo modo, minimiza el daño en articulaciones, tendones y ligamentos, mejora la movilidad, previene la discapacidad y modula la respuesta autoinmune.