Las causas más comunes del insomnio son muy variadas y pueden ser por uso de dispositivos móviles hasta incluso ser un síntoma de depresión.
Es hora de acostarse y el cuerpo pide descanso. Los párpados se cierran; el cuerpo se relaja... pero la sensación de desconexión solo dura un instante. Una vez más, el insomnio llama a la puerta y no puedes hacer nada para impedirle pasar.
Entonces, ¿Por qué de repente ha dejado de dormir por las noches?
El insomnio puede originarse por motivos fisiológicos como cambios hormonales, entre los que destacan la menopausia y la adolescencia. También puede tener una causa orgánica y ser el síntoma de una enfermedad.
En otras, sólo la psicología y la psiquiatría pueden desvelar sus causas. Por supuesto, también está relacionado con los desajustes que ocasionan los cambios en los turnos de trabajo y cambiar de horario con frecuencia o una dieta desequilibrada, que incluya demasiado alcohol o bebidas con cafeína.
90 tipos de trastornos del sueño y diferentes tipos de insomnio
Sin embargo, gracias a los avances científicos de los últimos años, las unidades del sueño pueden tratar casi 90 tipos de trastornos diferentes, y en todas las edades. Entre ellos hay varios tipos de insomnio, y conocer cuál de ellos le está impidiendo dormir es fundamental porque no todos se tratan igual.
Insomnio de inicio: una carga para los adolescentes
Los médicos lo definen como la incapacidad para conciliar el sueño en los primeros 30 minutos desde que se acuesta, y es una tipología que puede aparecer en cualquier momento de la vida. Pero, es especialmente habitual durante la adolescencia. La coordinadora de la unidad de Trastornos Neurológicos del Sueño del hospital madrileño de La Paz, Milagros Merino, asegura que en este caso está motivado por los cambios hormonales. El retraso en el comienzo del descanso se arrastra hasta la hora de despertar, por eso hay jóvenes que, si pueden, se quedan en la cama hasta la hora de comer.
"El mayor problema para estas personas se deriva de que, cuando el insomnio es persistente, se confunde con patologías como la depresión", advierte la especialista.
"Si la situación no se aborda correctamente, al sufrimiento de la falta de sueño se suma una bajada de rendimiento académico, cuando muchas veces la solución es tan simple como un ajuste correcto mediante melatonina, acompañado de un cambio de hábitos y de rutinas para concentrar la mayor actividad durante las horas de luz del día", explica Merino. Incluso hay estudios que apuntan a que retrasar el inicio de las clases a esa edad conlleva un mejor rendimiento académico en todos los adolescentes.
Insomnio por menopausia
La jefa de la unidad de Sueño del hospital Vall d´Hebron, Odile Romero, describe el insomnio que aparece con la menopausia como "psicofisiológico, motivado por los cambios hormonales que experimentan las mujeres en este momento y que provocan una alteración de los ritmos circadianos". Hay probabilidades de que esta situación se prolongue en el tiempo, y eso puede tener consecuencias peligrosas.
Otro problema de insomnio relacionado con la edad se esconde tras el mito de que, a partir de los 60 años, se duerme menos. Según explican las expertas, la creencia camufla un trastorno de insomnio de mantenimiento. "No es verdad que la gente en la tercera edad necesitan dormir menos horas, la falta de sueño puede ser un síntoma de una enfermedad. Y, cuando no hay una patología, el motivo está ocasionado por un mal ajuste de las rutinas", aclara Merino, la coordinadora de la unidad de Trastornos Neurológicos del Sueño de La Paz.
¿Y si haber pasado la noche en vela solo ha sido un sueño?
Soñar que no ha soñado es el colmo de las paradojas oníricas, y hay quien la experimenta asiduamente. Padecen insomnio paradójico, un trastorno caracterizado por una autopercepción errónea de las horas de sueño. Según Merino, "son los pacientes que llegan a la consulta manifestando que se pasan las noches en vela pero que, cuando se analiza su sueño, se ve que duermen 7 horas, con buenas fases de sueño profundo y REM. Antiguamente hasta se enfadaban con nosotros, o pensaban que la prueba estaba mal hecha, pero se trata de un trastorno y hay que solucionarlo, y no con farmacología sino con psicoterapia".
La sensación de haber dormido sin haber descansado es una cosa distinta, afecta frecuentemente a las personas que roncan y suele estar originada por microdespertares de los que el paciente puede no ser consciente.
Mirar pantallas le quitarán las ganas de dormir
Según los especialistas en medicina del sueño, acostumbrarse a tener a la mano el móvil, la tablet, los ordenadores y los relojes inteligentes durante la noche es un hábito que puede derivar en un grave problema. "Las pantallas emiten un tipo de luz azul muy intenso que, a corta distancia, inhibe la melatonina endógena, lo que hace que el cerebro actúe como si fuese la luz del día", explica Merino. La luz, que es el principal sincronizador del cerebro respecto a la noche y el día, provoca que la persona no pueda dormir, y su influencia es tan potente que, si se toma un hipnótico y sigue expuesto a la luz de los dispositivos, el fármaco no hará efecto. En estos casos, es importante tener en cuenta las rutinas que preceden al momento de irse a la cama y tratar de modificarlas tanto como sea necesario.
Los expertos no ven los mismos riesgos en la televisión, al menos de momento: "La mayor distancia de exposición a las pantallas hace que no incida tanto en el insomnio", apunta Merino. Pero si está pensando en comprarse una tele para el dormitorio, la experta aconseja no irse por la más grande, ni por la que tenga más definición. Tampoco recomienda los videojuegos antes de ponerse el pijama porque el problema "no está solo la exposición a la luz, también está la estimulación cerebral", concluye. Y dormir no es ningún juego.
¿Qué debe hacer si tiene insomnio?
Tratar el problema requiere la visita a una unidad del sueño, donde se tratan trastornos de índole psiquiátrica, respiratoria y neurológica en todas las edades. Y cuanto antes se consulte al médico, mejor, ya que eso ayuda a evitar que el insomnio se cronifique. También es muy importante no automedicarse, y mucho menos con Orfidal, cuya presencia en los botiquines caseros está muy relacionada con los trastornos del sueño. Este fármaco no es un somnífero, sino un ansiolítico, o sea, que está indicado para tratar la ansiedad, no el insomnio. Los ansiolíticos, además de crear dependencia, pueden empeorar los trastornos del sueño y provocar problemas de memoria. Quien ya esté usándolos debe saber que su retirada debe estar pautada.
Fuente consultada aquí.