Durante el embarazo, el sistema inmunológico de la madre se adapta para volverse más tolerante.
El embarazo presenta características inmunológicas particulares que pueden tener un impacto beneficioso en mujeres con esclerosis múltiple, según revela un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Linköping (Suecia).
Los resultados de esta investigación, publicados en el "Journal of Neuroinflammation", ofrecen información valiosa sobre los cambios naturales que ocurren en el sistema inmunológico durante el embarazo, lo que podría ser útil en el diseño de nuevos tratamientos.
Durante el embarazo, se produce una adaptación en el sistema inmunológico de la madre para volverse más tolerante, lo que permite que el feto, a pesar de tener material genético paterno diferente, no sea rechazado por el sistema inmunológico materno. Este equilibrio exitoso se basa en los mecanismos de adaptación inmunológica durante el embarazo.
Se activa el sistema inmunológico
En el caso de la esclerosis múltiple, una enfermedad en la que el sistema inmunológico ataca la mielina que protege las fibras nerviosas, los investigadores observaron que estos cambios inmunológicos durante el embarazo pueden tener un impacto positivo en la enfermedad. Sin embargo, a pesar de los avances en los tratamientos, la esclerosis múltiple sigue siendo una condición en la que la mayoría de los pacientes experimentan un deterioro progresivo a lo largo del tiempo, lo cual plantea un desafío para su manejo clínico.
Reducción significativa de los síntomas
Los investigadores se han centrado en investigar los mecanismos que podrían explicar la mejoría de los síntomas de la esclerosis múltiple durante el embarazo. Durante este periodo, se ha observado una reducción del 70% en las recaídas de la enfermedad, lo que sugiere una disminución temporal en la respuesta inmunológica. Además, se ha observado que otras enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, también mejoran durante el embarazo, aunque las razones detrás de este fenómeno no han sido completamente comprendidas.
Con el objetivo de desentrañar los mecanismos subyacentes a esta mejoría durante el embarazo, los investigadores se enfocaron en el papel de las células T, que desempeñan un papel crucial tanto en el sistema inmunológico como en la progresión de la esclerosis múltiple. Estas células también son de gran importancia durante el embarazo.
Metilación del ADN
En el estudio, se realizaron comparaciones entre 11 mujeres con esclerosis múltiple y 7 mujeres sanas. A estas participantes se les tomaron muestras de sangre antes, durante y después del embarazo.
Con el objetivo de comprender los procesos en las células inmunológicas, los investigadores examinaron los genes utilizados en las células T en diferentes etapas del embarazo. Además, se analizaron los cambios que regulan la activación y desactivación de los genes, es decir, los cambios epigenéticos. En particular, los investigadores se centraron en el estudio de un mecanismo regulador conocido como metilación del ADN.
En el estudio, se realizaron comparaciones entre 11 mujeres con esclerosis múltiple y 7 mujeres sanas. A estas participantes se les tomaron muestras de sangre antes, durante y después del embarazo.
Células T durante el embarazo
Con el objetivo de comprender los procesos en las células inmunológicas, los investigadores examinaron los genes utilizados en las células T en diferentes etapas del embarazo. Además, se analizaron los cambios que regulan la activación y desactivación de los genes, es decir, los cambios epigenéticos. En particular, los investigadores se centraron en el estudio de un mecanismo regulador conocido como metilación del ADN.
“Lo más llamativo es que no pudimos encontrar diferencias reales entre los grupos durante el embarazo, ya que parece que el sistema inmunológico de una mujer embarazada con esclerosis múltiple se parece aproximadamente al de una mujer embarazada sana”, explicó Sandra Hellberg, una de las investigadoras detrás del estudio.
Genes interconectados
Además, los investigadores descubrieron la existencia de redes de genes interconectados que se ven afectados durante el embarazo. Estos hallazgos revelan que estos genes están estrechamente vinculados tanto con la enfermedad en sí como con procesos cruciales en el sistema inmunológico.
“Vimos que los cambios en las células T reflejan la disminución en la frecuencia de las recaídas”, señaló Hellberg. “Durante el último tercio del embarazo, que es donde las mujeres con esclerosis múltiple mejoran más. Estos cambios luego se revierten después del embarazo en el momento en que hay un aumento temporal en la actividad de la enfermedad. Es importante destacar que la actividad de la enfermedad vuelve a ser lo que era antes del embarazo”, agregó.
Durante el estudio, se identificaron genes regulados por hormonas del embarazo, especialmente la progesterona, que forman parte de la red de genes afectados durante esta etapa.
Como siguiente paso, los investigadores están experimentando en el laboratorio con diversas hormonas para replicar los efectos observados en el estudio. Esto podría abrir la puerta a futuras estrategias de tratamiento para la esclerosis múltiple y enfermedades similares basadas en estas hormonas.
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