Esta vitamina ayuda a suprimir la inflamación en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.
En las últimas décadas, la vitamina D se ha destacado por el descubrimiento de sus funciones inmunoreguladoras, contribuyendo a la autotolerancia y mejorando la respuesta inmune innata contra microorganismos.
Los pacientes con artritis reumatoide suelen tener deficiencia de vitamina D, motivo por el cual se suele prescribir dosis mucho más altas que las empleadas actualmente o proporcionar un tratamiento que corrija la insuficiencia junto con la insensibilidad a la vitamina D de las células inmunes dentro de la articulación.
La licenciada Wanda González, nutricionista, dietista y fisióloga del ejercicio, en exclusiva para Medicina y Salud Pública, explicó los beneficios que tienen la vitamina D y el ejercicio frente al control y tratamiento de la artritis reumatoide, pues es esencial para la regulación del sistema inmunológico, la función muscular y neuromuscular.
Adicionalmente, se ha comprobado que favorece la reducción en la incidencia o surgimiento de fracturas, ya que disminuye la pérdida ósea y fortalece los huesos.
"La vitamina D trabaja en conjunto con el calcio y ayuda que el calcio se absorba mejor en los huesos y que estos puedan estar más fortalecidos", explicó la licenciada en nutrición, quien también resalta que "unos niveles óptimos de vitamina D, junto con la vitamina C, reducen el riesgo de pérdida ósea, especialmente en pacientes con artritis reumatoide".
¿Dónde se puede encontrar?
La Lcda. González dio a conocer que hay varias formas en las que se puede adquirir la vitamina D.
Exposición a luz solar moderada: El cuerpo produce vitamina D cuando la piel descubierta se expone al sol
Suplementos: La vitamina D se encuentra en suplementos de multivitaminas y multiminerales y en suplementos dietéticos, los cuales aumentan la concentración de vitamina D en la sangre.
Alimentos: Aunque son contados los alimentos fortificados con vitamina D, estos suelen aportar la mayor parte de esta vitamina en las dietas, dichos alimentos son:
Salmón.
Bacalao.
Sardinas.
Atún.
Camarones.
Leche de soya.
Cereales fortificados con vitamina D.
Setas marrones.
Aceite de hígado de bacalao.
Huevos.
Cabe resaltar que la vitamina D por sí sola no ayudará a reducir el dolor de la artritis reumatoide, para ello es necesario hacer un cambio en el estilo de vida y aumentar la realización de ejercicio físico.
"El ejercicio debe ser parte de nuestro tratamiento y de nuestro cuidado, junto con la alimentación, para el fortalecimiento de la salud ósea", explicó la licenciada.
¿Cómo evita la vitamina D que el organismo se ataque a sí mismo?
A través de un comunicado, investigadores del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, y el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, en Barcelona, detallaron el mecanismo a través del cual este nutriente activa la tolerancia del sistema inmune y garantiza que las defensas no ataquen al propio cuerpo.
Lo cierto es que dicho proceso se centra en la función de las células dendríticas, un tipo de glóbulos blancos presente en la sangre y en los tejidos, que son capaces de detectar posibles amenazas y mostrarlas a los linfocitos en los ganglios linfáticos, que deciden si el sistema se encuentra en capacidad de tolerar esa amenaza, o de atacarla.
Así, pues, se convierten en elementos claves para el control de la respuesta inmunológica frente a enfermedades como la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple. De modo que, el tratamiento con células dendríticas tolerantes, podría ralentizar el progreso de la enfermedad.
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