La transmisión de estas bacterias ocurre principalmente a través del contacto directo con secreciones nasales o de garganta de personas infectadas que tienen lesiones cutáneas.
Los estreptococos del grupo A, bacterias presentes en la garganta y la piel, generalmente causan infecciones leves como la faringitis estreptocócica y el impétigo. Sin embargo, en ciertas ocasiones, estas bacterias pueden dar lugar a enfermedades graves, como la fascitis necrotizante y el síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS), que pueden ser mortales. También es posible portar estas bacterias en la garganta o la piel sin mostrar síntomas.
¿Cómo se contagian los estreptococos del grupo A?
La transmisión de estas bacterias ocurre principalmente a través del contacto directo con secreciones nasales o de garganta de personas infectadas que tienen lesiones cutáneas. El riesgo de contagio es más alto cuando la persona está enferma, especialmente si presenta estreptococos en la garganta o heridas infectadas.
Cabe resaltar que los portadores asintomáticos son menos contagiosos. Además, el tratamiento con antibióticos durante al menos 24 horas elimina la posibilidad de contagio. Los artículos domésticos no desempeñan un papel significativo en la transmisión.
Consecuencias de las infecciones por estreptococos del grupo A
Faringitis estreptocócica: Esta es la infección más común causada por estreptococos del grupo A. Generalmente, provoca fiebre y dolor de garganta sin los síntomas típicos de una enfermedad viral, como secreción nasal y tos. Es especialmente prevalente en niños en edad escolar y adolescentes.
Infecciones de la piel: Los estreptococos del grupo A también pueden ser responsables de infecciones cutáneas, como el impétigo, que se manifiesta con llagas pruriginosas, enrojecidas y supurantes, así como la celulitis, que se caracteriza por la piel roja, hinchada y dolorosa.
Escarlatina: Esta infección es esencialmente una faringitis estreptocócica acompañada de un sarpullido. La causa subyacente es una toxina liberada por las bacterias del estreptococo del grupo A.
Infecciones graves
En circunstancias excepcionales, los estreptococos del grupo A pueden desencadenar infecciones graves que requieren atención médica inmediata, a menudo en una unidad de cuidados intensivos. Estas incluyen:
Fascitis necrotizante: Una infección grave de los tejidos blandos que se manifiesta con dolor profundo en los tejidos y una baja presión arterial.
Síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS): Este síndrome se caracteriza por una presión arterial baja, un ritmo cardíaco acelerado, una respiración rápida y la presencia de infecciones en la sangre (sepsis) o en los pulmones (neumonía). Estas condiciones requieren atención médica urgente debido a su gravedad.
Tratamiento y prevención
El tratamiento con antibióticos, como la penicilina, es efectivo para combatir estas infecciones. Las personas sanas tienen un bajo riesgo de contagio. El buen lavado de manos, la detección temprana de infecciones de garganta y heridas, y el seguimiento médico son esenciales para prevenir la propagación de estas bacterias. Los contactos cercanos pueden requerir tratamiento preventivo con antibióticos en casos específicos.
Primeros síntomas de las formas graves
Los primeros síntomas de la fascitis necrotizante incluyen fiebre, dolor intenso, inflamación y enrojecimiento en la zona de la herida. En el caso del STSS, los síntomas iniciales pueden incluir fiebre, mareos, confusión, hipotensión, salpullido y dolor abdominal. La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para mejorar las posibilidades de recuperación.
Caso de Matías Uribe
Recientemente, se ha dado a conocer la historia de Matías Uribe, un niño de 14 años de Medellín que vive en Estados Unidos, contrajo esta bacteria, lo que le generó complicaciones de salud por las cuales debieron amputarle todas sus extremidades.
Todo comenzó el 30 de junio pasado, cuando Matías experimentó una fiebre alta y un enrojecimiento en todo su cuerpo. Preocupados, sus padres lo llevaron de inmediato al servicio de emergencias, sin sospechar que su vida estaba a punto de dar un giro inesperado y devastador.
Matías sufrió un paro cardiorrespiratorio que dejó su corazón sin latir durante siete minutos. Afortunadamente, los médicos lograron estabilizarlo y fue trasladado en helicóptero a un centro hospitalario de mayor complejidad. Después de una exhaustiva investigación, los especialistas determinaron que Matías había contraído la bacteria 'estreptococo tipo A'. Aunque no se ha podido determinar con certeza el lugar exacto donde la contrajo, se sospecha que pudo haber sido durante una visita a la playa o a un lago.
A medida que pasaban las horas, los médicos se enfrentaron a una decisión difícil: la amputación de las extremidades de Matías. Debido a la gravedad de su condición y para evaluar mejor los efectos del paro cardiorrespiratorio en su cuerpo, se decidió comenzar por amputar su pierna izquierda.
Una semana después, ante la necesidad de intervenir de manera más drástica, se tomó la decisión de amputar también su pierna derecha. Finalmente, se vio la necesidad de intervenir ambos brazos. Desde la unidad de cuidados intensivos, donde espera dos cirugías más, el niño enfrenta su nueva realidad con optimismo. Incluso en sus conversaciones sobre el tema con sus amigos del colegio, Matías mantiene un sentido del humor y les asegura que pronto estará de vuelta en las competiciones deportivas, sorprendiéndolos con una "edición especial" de manos y piernas, tal como él lo describe.