Es este tipo de condiciones, los tratamientos aumentan la sobrevida, pero así mismo existen factores que afectan las terapias y la probabilidad de recuperación.
La leucemia es un cáncer que se origina en las células productoras de sangre ubicadas en la médula ósea y sucede cuando una célula ya no madura de la manera como debería y, por el contrario, crece sin control. A menudo, nuestras células se dividen para formar nuevas, pero en este caso todo sucede más rápido de lo normal.
En el caso de la leucemia existen dos subtipos, mieloide o linfocítica, según las células de médula ósea dónde se origina este tipo de cáncer.
Las leucemias linfocíticas versus linfomas
También conocida como leucemia linfoide o linfoblástica, esta se origina en las células que se vuelven linfocitos.
La diferencia principal entre las leucemias linfocíticas y los linfomas es que en la leucemia, las células cancerosas se encuentran principalmente en la sangre y la médula ósea, mientras que en el linfoma tienden a estar en los ganglios linfáticos y en otros tejidos.
Leucemia Linfocítica Crónica
La leucemia Linfocítica Crónica, CLL, se origina en los linfocitos B y se caracteriza por afectar mayormente a pacientes con una edad superior a los 70 años, y “muchas veces se detecta gracias a la elevación de glóbulos blancos, y según el glóbulo que esté en aumento, así se cataloga la leucemia”, sostiene el Dr. Christian Rodríguez, hematólogo oncólogo.
Cuando se habla de una Leucemia Linfocítica Crónica, se determina con este nombre debido a que la célula está “madura” a diferencia de una leucemia aguda, la cual en este caso no estaría totalmente madurada, “las leucemias crónicas, son aquellas que han pasado por todo el proceso de maduración”, confirma el especialista, quien a su vez confirma que esta patología afecta más al género masculino que al femenino; así pues, se presentan más casos en hombres.
Esta enfermedad es heterogénea
Lo que significa que algunos pacientes no van a lograr desarrollar síntomas, “estos pueden ser observados, y tener una vida normal, pero hay otros pacientes que pueden tener una enfermedad más agresiva que requiera tratamiento”, confirma el Dr. Rodríguez.
Tipos de Leucemia Linfocítica Crónica
Existen dos tipos de Leucemia Linfocítica Crónica:
Un tipo de CLL crece muy lentamente, de modo que puede tomar mucho tiempo antes de que el paciente necesite tratamiento.
El Otro tipo de CLL se desarrolla más rápidamente y es una enfermedad más grave.
Las células de estos dos tipos de leucemia tienen una apariencia similar, pero las pruebas de laboratorio pueden indicar la diferencia entre ellas, donde se busca la presencia de proteínas llamadas ZAP-70 y CD38.
Si las células de la CLL tienen bajas cantidades de estas proteínas, la leucemia tiende a crecer más lentamente y presenta mejores resultados a largo plazo.
¿Existe un tratamiento que permita al paciente tener una remisión?
“Los tratamientos, tienen el objetivo de controlar la enfermedad y darle calidad de vida al paciente, afortunadamente en comparación con muchos años anteriores, tenemos terapias disponibles que pueden lograr remisiones largas y duraderas”, confirma el especialista, quien además, habla del impacto positivo que tiene está sobre la condición.
Así mismo, los tratamientos aumentan la sobrevida, pero así mismo existen factores que afectan las opciones de tratamiento y el pronóstico (probabilidad de recuperación).
Opciones de tratamiento dependen de:
El recuento de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas de la sangre.
Si el hígado, el bazo o los ganglios linfáticos han aumentado su tamaño.
La edad y la salud del paciente en el momento del diagnóstico.
Si hay signos o síntomas como fiebre, escalofríos o pérdida de peso.
La respuesta al tratamiento inicial.
Si la LLC recidivó, es decir que volvió luego de ser tratada.
El pronóstico va a depender de estos aspectos, si:
Hay cambios en ciertos genes, como las mutaciones en TP53 o en IgVH.
Los linfocitos se diseminaron por toda la médula ósea.
Recuentos de glóbulos rojos y plaquetas son bajos.
El recuento de glóbulos blancos está aumentando de forma rápida.
Estadio del cáncer.
Pruebas de laboratorio, como la prueba de la microglobulina beta-2.
La rapidez con la que baja el recuento de células leucémicas y qué tan bajo es este recuento durante el tratamiento.
Si el paciente presenta otro tipo de cáncer después del diagnóstico de LLC.
“Existen pacientes que pueden presentar anemia, cansancio, fatiga; los pacientes que presentan plaquetas bajitas, pueden presentar también sangrado, pero así mismo hay pacientes que tienen los anticuerpos bajos, pueden aumentar el riesgo de infecciones”, confirma el Dr. Rodríguez.
“Si desarrollan alguno de estos síntomas, es necesario hablarlo con el profesional, el paciente siempre tiene la opción de escoger, como médicos recomendamos tratamiento para los pacientes que desarrollan anemia o trombocitopenia, pero para aquellos pacientes que no tienen síntomas ser observados”, afirma el Dr. Rodríguez.
Tratamientos para la Leucemia Linfocítica Crónica
Existen múltiples tratamientos:
Inhibidores de la encima PTK, son los tratamientos más estudiados y están indicados en muchos pacientes.
Terapia fija:
Inhibidores de PSR2 o venetoclax, que se pueden administrar solo, o combinar con anticuerpo monoclonal.
“Lo importante es individualizar el tratamiento, porque hay algunos que pueden aumentar el riesgo de sangrado, y si el paciente ya está en anticoagulantes o tienen historial de arritmia, se prefiere usar una droga específica, hay varias terapias disponibles, lo importante es escoger la más efectiva para el paciente”, concluye el Dr. Christian Rodríguez.
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