Los obesos activos físicamente tienen menos riesgo de osteoporosis, pero mayor riesgo de fracturas por traumatismos de alta energía.
Mantener un peso adecuado no solo es crucial para la salud cardiovascular, sino también para el bienestar de nuestros huesos, según revela un estudio del traumatólogo Dr. Alberto Zafra Jiménez.
Impacto de la obesidad en el sistema óseo
El Dr. Zafra del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, destaca dos vías por las cuales la obesidad puede afectar negativamente al sistema óseo. En primer lugar, las personas obesas tienden a ser menos activas, generando huesos de baja calidad.
La falta de movimiento provoca un desgaste en articulaciones clave, como la cadera, rodilla, columna lumbar y tobillos, propiciando el desarrollo de artrosis, una enfermedad que afecta al cartílago articular.
Daños en el cartílago articular
El exceso de peso al que están expuestas las articulaciones de personas obesas acelera el desgaste del cartílago articular, aumentando la prevalencia de la artrosis. Aunque, de manera interesante, el especialista destaca que los obesos activos físicamente tienen menos probabilidades de padecer osteoporosis, ya que tienden a tener menos déficit nutricional que personas muy delgadas. Sin embargo, tienen un mayor riesgo de fracturas debido a traumatismos de alta energía.
Posibilidades de recuperación y cuidado óseo
Ante la irreversibilidad de la artrosis, el Dr. Zafra señala que perder peso puede reducir el dolor asociado. Aunque el cartílago no puede regenerarse, su calidad sufre menos al soportar menos peso.
Además, resalta la importancia de mantener una dieta equilibrada, rica en vitaminas D y K, esenciales para la salud ósea, y minerales como el calcio y el fósforo. La actividad física moderada, especialmente ejercicios de carga, fortalece los huesos.
Hábitos de vida saludables
En síntesis, la obesidad tiene un impacto notable en la salud de los huesos al afectar la calidad ósea y aumentar el riesgo de artrosis. Por lo tanto, es fundamental adoptar hábitos de vida saludables que incluyan una alimentación equilibrada y la práctica de actividad física moderada con el fin de preservar la integridad del sistema óseo.
Por último, es importante destacar que cuidar el peso no solo influye en la apariencia física, sino también en la salud general de los organismo. Al mantener un peso adecuado, se está protegiendo la salud y evitando posibles complicaciones a nivel óseo y en otros sistemas del cuerpo.
Otras efectos negativos de la obesidad sobre los huesos
Disminución de la densidad mineral ósea (DMO): La obesidad severa puede tener un efecto perjudicial en el metabolismo óseo, lo que puede resultar en una disminución de la DMO.
Riesgo de fracturas: A pesar de tener una DMO mayor a la normal, los huesos de personas con obesidad severa pueden ser insuficientes para soportar un peso excesivo, lo que aumenta el riesgo de fracturas.
Interacción hueso-tejido adiposo: La interacción entre el hueso y el tejido adiposo influye en el metabolismo óseo, y la obesidad puede incidir en este metabolismo por diferentes mecanismos.
Alteraciones en la formación ósea: La obesidad puede afectar la formación ósea, lo que a su vez influye en la resistencia ósea y el riesgo de fracturas.
Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2: La resistencia a la insulina, que a menudo está presente en personas con obesidad, puede tener efectos negativos en la salud ósea. La diabetes tipo 2 también se ha asociado con un mayor riesgo de fracturas y problemas óseos.