Las biopsias mostraron ulceración y atipia regeneradora con epitelio hiperplásico, sin proporcionar un diagnóstico definitivo aunque la suspensión de higiene rectal mejoró los síntomas.
La literatura médica presenta el caso de un hombre de 59 años fue admitido debido a ulceraciones rectales descubiertas durante una colonoscopia de cribado de rutina. No tenía antecedentes médicos notables y no experimentaba síntomas gastrointestinales como fiebre, dolor abdominal, hematoquecia o cambios en los hábitos intestinales.
La colonoscopia reveló múltiples úlceras rodeadas de mucosa hiperémica y edematosa en el recto cerca del ano. Los diagnósticos diferenciales considerados incluyeron síndrome de úlcera rectal solitaria, colitis isquémica, neoplasia maligna y proctocolitis infecciosa, como la colitis amebiana. Las biopsias mostraron ulceración y atipia regeneradora con epitelio hiperplásico, sin proporcionar un diagnóstico definitivo.
Cambios en el uso del bidé
Durante la anamnesis, el paciente admitió utilizar un bidé eléctrico con varias configuraciones de presión y temperatura para la limpieza rectal. Siguiendo el consejo médico, se le recomendó dejar de utilizar el bidé y optar por una limpieza menos intensiva.
En la sigmoidoscopia de seguimiento realizada tres meses después, se observó una notable mejoría en las ulceraciones rectales. En la evaluación realizada dos años después, no se encontraron lesiones anormales en el recto del paciente, lo que sugiere una recuperación completa gracias a la modificación en sus hábitos de higiene rectal.
Uso inadecuado de los bidés
Los bidés, populares en varios países de Asia-Pacífico y Europa debido a su importancia en la higiene íntima, han suscitado preocupación debido al uso inadecuado que algunos individuos hacen de ellos. Recientemente, se ha informado de un caso alarmante de daño en la mucosa rectal debido a prácticas inapropiadas de limpieza intestinal con un bidé.
A pesar del éxito generalizado de estos inodoros, hay una falta de investigación sobre su impacto en las enfermedades anorrectales. Un caso previo ya había vinculado el síndrome de prolapso de la mucosa rectal al uso excesivo del bidé.
Estudios previos
Además, estudios anteriores habían sugerido un aumento en la incidencia de hemorroides y prurito anal entre los usuarios frecuentes de bidé. Se creía que la fuerte presión del agua podía eliminar la grasa protectora de la piel anal, dejando la zona áspera, seca y propensa a infecciones. A pesar de esto, el daño específico que la alta presión del chorro de agua podría causar en la mucosa anorrectal aún no se comprendía completamente.
Efectos perjudiciales de los chorros de alta presión
Investigaciones recientes han arrojado luz sobre los efectos perjudiciales de los chorros de alta presión. Contrariamente a la creencia popular de que una alta presión facilita la defecación, los estudios han demostrado que los chorros intensos pueden provocar una contracción refleja del esfínter anal, contribuyendo a una defecación disinérgica. En un caso reciente, un paciente desarrolló úlceras rectales debido a la limpieza excesiva con un bidé, lo que resalta los peligros potenciales de esta práctica.
Este caso subraya la importancia de la educación sobre el uso adecuado de los bidés. Los médicos advierten a los pacientes que el uso excesivo y la alta presión del agua pueden dañar el anorrecto, lo que puede llevar a condiciones dolorosas y debilitantes.
Es esencial que los individuos sean conscientes de los riesgos asociados con prácticas de limpieza excesivas y busquen orientación médica para mantener una buena higiene íntima sin comprometer su salud.
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