La ecografía MSK es una valiosa herramienta para distinguir esta condición de otras presentaciones similares.
Un hombre de 25 años acudió al servicio de emergencias presentando dolor e hinchazón en la rodilla derecha. Una semana antes había sufrido una lesión por aplastamiento en la extremidad y recibió atención médica después del incidente, sin embargo, los estudios de imágenes resultaron normales y fue dado de alta.
La hinchazón y el dolor que tenía en la rodilla, especialmente en la cara medial, fue empeorando lentamente y aunque ingirió medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas, no tuvo un resultado positivo. Su dolor empeoraba al caminar y flexionar la articulación.
Al examinarle la rodilla derecha se observó una hinchazón medial evidente (1a, 1b), sin heridas abiertas. En el rango de movimiento, el paciente presentó dolor al flexionar y extender tanto pasiva como activamente la articulación.
En la palpación se evidenció una sensibilidad de la zona significativa en la cara medial con fluctuación obvia y acumulación/derrame de líquido sin TTP a través de la línea articular, tendones cuádruple/rotuliano.
En la evaluación de la función nerviosa y vascular, la fuerza en extensión de pierna a la altura de la rodilla, flexión plantar y dorsiflexión del pie eran normales. (Especial: Lachman normal, sin espacios con estrés en valgo/varo).
En el curso clínico, el paciente experimentó un aumento en el dolor y la hinchazón de la rodilla afectada. Además, había preocupación sobre la posibilidad de un trastorno interno o una fractura no detectada en las imágenes de rayos X previas sin complicaciones.
Resultados de imágenes de la lesión en la rodilla derecha.
Acumulación de líquido entre el plano fascial
Al paciente se le realizó una ecografía músculo-esquelética (MSK) que no mostró la presencia de líquido dentro de la articulación. Sin embargo, la ecografía reveló una acumulación significativa de líquido entre la grasa y una capa de tejido llamada plano fascial.
La ecografía sugiere que esta acumulación de líquido es consistente con una lesión conocida como lesión de Morel Lavallée o una lesión interna por degloving, que pueden ocurrir después de traumas o lesiones.
Una vez se confirmó el diagnóstico, se procedió a tomar la decisión de drenar el líquido en el servicio de urgencias. Durante el procedimiento de drenaje, se extrajeron 60 ml de líquido que tenía una consistencia fina y estaba mezclado con sangre.
Sobre la lesión de Morel Lavallée
Los médicos que atendieron el caso consideran que los MLL generalmente se pasan por alto en la evaluación inicial. Por eso, es importante considerar el drenaje y la compresión en el servicio de urgencias con un seguimiento cercano con ortopedia o traumatología.
Los pacientes pueden necesitar drenaje repetido, inyección con agentes esclerosantes y drenaje abierto. El MSK Ultrasound puede ayudar a realizar el diagnóstico y prevenir diagnósticos erróneos.
La Fascitis necrotizante es descrita como posible complicación si no se drena MLL resuelto después del drenaje y la compresión.
Información de los autores: Nehemesis Rivera Ortiz MD, Miguel F. Agrait González MD. Ponce Health Sciences University, Emergency Medicine Residency.
Acceda al caso aquí.