Esta condición cardiovascular no suele generar síntomas iniciales en los pacientes.
En los Estados Unidos más de 8 millones de personas padecen enfermedad arterial periférica o también conocida como arteriopatía periférica, una condición caracterizada por la obstrucción del flujo de sangre hacia las extremidades inferiores.
Afortunadamente existen tratamientos y la ciencia avanza en el desarrollo de nuevas terapias que brindan más esperanza a los pacientes que se encuentran en un estado avanzado de la enfermedad.
Así lo dio a conocer el Dr. Damián Grovas, cardiólogo intervencional durante la segunda edición de Tu Salud Cardíaca en Buenas Manos de la Revista Medicina y Salud Pública, en alianza con el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe.
Procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de la enfermedad arterial periférica
"Hoy en día la tecnología está avanzada y vamos desde el balón sencillo, donde uno pone un globo en un área donde está la lesión o el bloqueo de la arteria. También existen medicamentos antiplaquetarios que pueden ayudar al paciente; se puede usar globo, stent o aterectomía. Existe solución, pero hay que diagnosticar a tiempo al paciente", explicó.
Entre los tratamientos quirúrgicos para la enfermedad arterial periférica se encuentra la angioplastia, donde el médico infla un pequeño globo en la arteria para aplanar la placa. También existe la cirugía de revascularización para tratar el dolor intenso, cicatrizar heridas, o salvar una pierna dañada cuando es poco probable que la angioplastia tenga efecto.
Además de estos dos tratamientos, también se puede implementar la aterectomía, un procedimiento mínimamente invasivo donde se abre y se corta la arteria o se extirpa la enfermedad que causa el estrechamiento o el bloqueo del vaso.
"Hay muchas modalidades y esperanza para el paciente con enfermedad arterial periférica. Hay solución, ya sea quirúrgica o endovascular", destacó el especialista.
Los cambios en el estilo de vida son claves
Dentro el manejo de esta condición se incluye el uso de medicamentos, cambios en el estilo de vida y programas de ejercicios con el objetivo de disminuir los riesgos de ataque cardíaco y mejorar la capacidad de realizar actividades cotidianas.
"Uno de los consejos para los pacientes es que traten de comer saludable, (se recomienda la dieta mediterránea), ejercicio físico casi que a diario y mantener un peso adecuado. Eso los va a llevar a no desarrollar la enfermedad arterial periférica y si el paciente la tiene a sentirse mejor", enfatizó el cardiólogo.
Asimismo, el experto mencionó que el médico primario debe hacer seguimiento de la diabetes, hipertensión y colesterol en los pacientes que tienen riesgo o que han sido diagnosticados con enfermedad arterial periférica.
"En esencia, una de las recomendaciones que se le da al paciente y al referido, el médico primario, es el control de la diabetes. La hemoglobina glicosilada debe estar a menos de 7 y la glucosa bien controlada. El control de hipertensión; las presiones sistólicas en menos de 130 y 80. También el control de colesterol, sobre todo el LDL, y no fumar, eso es bien importante", aclaró.
Asimismo, la actividad física es clave para el control de la enfermedad arterial periférica. Por eso, el cardiólogo destacó los beneficios de actividades como la natación, ciclismo y ejercicios al aire libre.
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