Disminución en la eficacia, efectos secundarios a partir de la interacción, sangrado y más síntomas son las posibles consecuencias de mezclar estos fármacos.
La medicina moderna ha logrado avances notables en la lucha contra diversas condiciones médicas, en particular, contra las infecciones bacterianas letales, gracias a los antibióticos. Sin embargo, la interacción entre estos medicamentos y otros puede afectar negativamente la eficacia de algunos tratamientos cruciales.
Conozca en detalle cinco tipos de medicamentos que pueden experimentar una disminución en su eficacia cuando se combinan con antibióticos.
Un problema para la planificación familiar: anticonceptivos orales
Los anticonceptivos orales son ampliamente utilizados como método de planificación familiar. Sin embargo, ciertos antibióticos, como la rifabutina y la rifampicina, pueden disminuir la eficacia de los anticonceptivos hormonales, aumentando el riesgo de embarazo no deseado.
Según detalla Biblioteca de Guías de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud de España: "Estos antibióticos aumentan la velocidad a la que el cuerpo metaboliza los componentes hormonales de las píldoras anticonceptivas, lo que puede reducir su efectividad y aumentar el riesgo de embarazo no deseado. Para las mujeres que toman anticonceptivos orales, es esencial consultar con su médico sobre las medidas adicionales de control de la natalidad durante el tratamiento con antibióticos".
Convulsiones en peligro: antiepilépticos
Las personas con epilepsia confían en medicamentos antiepilépticos para controlar y dar un buen manejo a su condición disminuyendo las posibilidades de presentar convulsiones.
Es por eso que la Asociación Española de Pediatría, detalla que: "algunos antibióticos, como los carbapenemes y rifampicina, pueden interactuar con estos medicamentos, disminuyendo su eficacia y aumentando el riesgo de convulsiones".
Por lo que es recomendable que los pacientes epilépticos informen a su médico sobre cualquier tratamiento con antibióticos el cual pueda ser recomendado por otro galeno, en este caso para ajustar adecuadamente la dosis de sus medicamentos antiepilépticos y prevenir posibles crisis.
Riesgos de sangrado: anticoagulantes
Los medicamentos anticoagulantes son agentes terapéuticos esenciales que ayudan a prevenir la formación de coágulos sanguíneos. Estos fármacos, como la warfarina y los nuevos anticoagulantes orales, son vitales para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Sin embargo, la Sociedad Asturiana de Hematología y Hemoterapia, menciona que: "algunos antibióticos, como las fluoroquinolonas, la nafciclina y la rifampicina, pueden interferir con la acción de los anticoagulantes y aumentar el riesgo de sangrado".
Impacto en la función tiroidea: hormonas sintéticas
Los trastornos de la tiroides involucran desequilibrios en la producción de hormonas tiroideas, que afectan la función metabólica y pueden tener un impacto significativo en la salud, es entonces cuando las personas con esta condición a menudo toman medicamentos para regular la función de esta glándula.
Según detalla la revista 20 minutos, ciertos antibióticos, como las quinolonas y las tetraciclinas, pueden interferir con la absorción y eficacia de los medicamentos para la tiroides. Esto puede resultar en una disminución de los niveles de hormonas tiroideas, desencadenando síntomas de hipotiroidismo.
Control glucémico en riesgo: antidiabético oral
Según detalla la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés): "algunos antibióticos, como las sulfonamidas y las fluoroquinolonas, pueden afectar negativamente la eficacia de estos medicamentos, aumentando los niveles de glucosa en sangre y dificultar el control de la diabetes".
Es por ello que los pacientes con diabetes dependen de medicamentos para mantener bajo control en sus niveles de glucosa en sangre, por lo que se recomienda informar a los médicos sobre todos los medicamentos que están tomando, incluidos recetados o de venta libre.
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