Ciertos fármacos tienen como efecto secundario el aumento en los niveles de presión arterial.
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en el mundo. Esta afección silente la padece el 30 % de la población del continente americano y en algunos países prevalencia es aún más alta.
Existen varios factores modificables y no modificables de la presión arterial alta, que ocurre cuando la fuerza de la sangre que fluye a través de las arterias es mayor de lo normal, aumentando el riesgo de graves problemas de salud.
Entre los factores modificables se encuentra llevar una alimentación adecuada, realizar ejercicio constante, reducir el consumo de sal y limitar el consumo de alcohol y tabaco.
Cabe aclarar que el consumo de ciertos medicamentos también puede aumentar los niveles de presión arterial. Según Mayo Clinic ciertos medicamentos, suplementos y otras sustancias afectan la presión arterial. Mientras que algunos la elevan, otros pueden disminuir los efectos de los medicamentos que la regulan.
Estos son los ciertos tipos de medicamentos que pueden elevar la presión arterial:
Analgésicos: Algunos analgésicos hacen que el cuerpo retenga agua. Lo mismo ocurre con los medicamentos que combaten la hinchazón del cuerpo. Demasiada agua en el organismo puede crear problemas renales y elevar la presión arterial.
Medicamentos para el resfriado: Los descongestionantes estrechan los vasos sanguíneos, esto dificulta que la sangre fluya a través de ellos. A veces, esta situación eleva la presión arterial. Además, los descongestionantes podrían hacer que los medicamentos para la presión arterial no sean tan eficaces.
Antidepresivos: Los antidepresivos funcionan porque cambian la respuesta del cuerpo a las sustancias químicas cerebrales que afectan el estado de ánimo. Estas sustancias químicas también pueden elevar la presión arterial.
Anticonceptivos hormonales: Estas hormonas pueden elevar la presión arterial al hacer más pequeños algunos vasos sanguíneos. Esto dificulta el flujo sanguíneo. La mayoría de las píldoras, parches y otros dispositivos anticonceptivos advierten que la presión arterial alta puede ser un efecto secundario.
Cafeína: La cafeína puede ocasionar una subida repentina a corto plazo de la presión arterial en personas que no la consumen todo el tiempo. La cafeína ayuda a mantener los vasos sanguíneos abiertos, lo que permite que la sangre circule fácilmente por ellos y puede elevar la presión arterial durante un período breve.
Terapias biológicas: Los medicamentos potentes utilizados en las terapias biológicas pueden tener efectos secundarios. Uno de esos efectos secundarios es de presión arterial alta. Algunos de estos medicamentos se dirigen a células específicas. Otros usan el sistema inmunitario del cuerpo para combatir algunas enfermedades autoinmunitarias y ciertos tipos de cáncer.
Inmunosupresores: La mayoría de las personas que recibe un trasplante de órganos toma inmunosupresores. Los medicamentos ayudan a evitar que el cuerpo rechace el órgano nuevo. Algunos inmunosupresores pueden elevar la presión arterial. Esto puede deberse a la manera en las que los inmunosupresores afectan los riñones.
Estimulantes: Los estimulantes, como el metilfenidato (Concerta, Ritalin, entre otros), pueden hacer que el corazón lata más deprisa o de forma irregular, y eso puede elevar la presión arterial.
Drogas ilícitas: Las drogas ilícitas pueden elevar la presión arterial. Pueden estrechar las arterias que suministran sangre al corazón. Esto eleva la frecuencia cardíaca y daña el músculo cardíaco.
Fuente consultada aquí.