La doctora criticó la imposición de alternativas más económicas sin base científica y el impacto que esta práctica tiene en la calidad del cuidado médico.
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con la Dra. Amarilis Pérez de Jesús, reumatóloga y expresidenta de la asociación de reumatólogos de Puerto Rico expone la preocupante situación sobre la interferencia de los planes médicos en la prescripción de tratamientos.
La Dra. Amarilis Pérez de Jesús, con más de 30 años de experiencia en la medicina, compartió su frustración al recibir una carta de un plan médico que le exigía sustituir un medicamento recetado por una alternativa más barata. En su testimonio, la especialista aseguró que este tipo de interferencia es "totalmente indignante".
"Nosotros los médicos prescribimos un medicamento y recibo una carta del plan donde me indica que debo cambiar esa opción de tratamiento. Lo más indignante en ese momento es que, siendo yo científica, esperaría que el plan me escribiera y me diera una base científica para cambiar el medicamento. Pero eso fue totalmente indignante, el plan médico me escribió y me dijo que usara una alternativa más barata, más económica. La carta lo detalla así mismo", afirmó la Dra. Pérez.
La reumatóloga destacó que las decisiones sobre los tratamientos se toman en función del cuadro clínico de cada paciente, sus comorbilidades y el riesgo de interacciones medicamentosas, por lo que la imposición de opciones basadas únicamente en costos representa un grave obstáculo para ofrecer un tratamiento adecuado.
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Pérez de Jesús lamentó la creciente injerencia de las aseguradoras en la toma de decisiones clínicas, una práctica que considera inapropiada e inaceptable. En su relato, la doctora detalló cómo a menudo los médicos deben justificar las recetas enviando múltiples cartas al plan médico, lo cual retrasa el acceso a los tratamientos y genera una gran carga administrativa.
"La idea de hacer este video era realmente informativa para mis pacientes, hacerles saber cuál es la situación y que yo sí envío las recetas, pero el plan está deteniendo el proceso. Este plan fue MCS, pero ha ocurrido con otros, no solo a mí sino a otros colegas. Tenemos que justificar un medicamento, a veces enviar hasta cinco cartas de justificación. ¿Por qué tengo que justificar el uso de un medicamento? Yo llevo 30 años de experiencia, hago investigación, estoy acostumbrada a ver pacientes, tengo publicaciones. ¿Pero una persona que no es médico me debe autorizar?" cuestionó Pérez.
En uno de los ejemplos más destacados, la doctora relató el caso de un paciente que necesitaba un tratamiento para la osteoporosis, que originalmente le fue prescrito con Bonviva. El plan médico recomendó sustituirlo por Fosamax, una opción más económica. Sin embargo, la Dra. Pérez señaló que esta sustitución no era apropiada para ese paciente en particular, dado que presentaba un perfil clínico que podría tener reacciones adversas a la nueva alternativa.
"El tratamiento era sustituir un Bonviva por un Fosamax, ambos son tratamientos para osteoporosis. No digo que la alternativa que ellos ofrecen sea una mala opción, pero dentro del cuadro clínico de ese paciente, me parece que la otra alternativa no es la más adecuada, por las toxicidades y reacciones que podría generar " explicó.
Más allá de los costos, el bienestar del paciente debe ser la prioridad
A lo largo de la entrevista, la Dra. Pérez enfatizó que, más allá de los costos, el bienestar del paciente debe ser la prioridad. Reiteró que la imposición de tratamientos por razones económicas pone en riesgo la calidad del cuidado médico y vulnera la relación de confianza entre el paciente y el médico.
"Aquí el problema es que no podemos seguir permitiendo que las aseguradoras nos digan cómo practicar la medicina. Si ustedes tienen las recomendaciones terapéuticas, realmente no me necesitan a mí, no necesitan a un reumatólogo," advirtió la especialista.
Para la Dra. Pérez, la intervención de los planes médicos debería ser limitada y siempre en beneficio de los pacientes, no en perjudicar su salud.
"Yo creo que cada paciente debe tener el tratamiento que merece, tener un cuidado digno, tener la mejor calidad de servicio que ese paciente merece para su condición médica. No creo que sea razonable que por la economía se sacrifique la calidad de medicina que se le ofrece al paciente," concluyó la reumatóloga.