Por sus propiedades curativas, el PRP ha ganado gran popularidad en las diferentes áreas de la medicina que requieran regeneración de tejidos
No todos los pacientes muestran un cambio en su estilo de vida una vez inician el tratamiento para alguna afección reumatológica. Esto ha obligado a la ciencia a buscar más alternativas efectivas que puedan contrarrestar los daños en los tejidos producto de estas enfermedades, una de estas es la aplicación del plasma rico en plaquetas (PRP).
Dicha terapia consiste en la utilización de las bondades curativas de la sangre para poder reparar o, incluso regenerar, todo aquel tejido afectado por la enfermedad. Con frecuencia, se utiliza en pacientes con artrosis de rodilla y de cadera, aunque también es posible utilizarlo en otras articulaciones.
A través de una conversación que sostuvo la Revista de Artritis y Reumatología, portal aliado de la Revista de Medicina y Salud Pública, el Doctor Oscar Soto Raíces, reumatólogo y presidente de la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas (FER) y la Dra. Paloma Alejandro, reumatóloga de Soto- Raíces Mindful Rheumatix and Medical Research Group aseguraron que esta terapia es una alternativa innovadora para los pacientes que no percibieron una mejora significativa con los tratamientos tradicionales.
"Usualmente lo que las personas comienzan a hacer, es tomar analgésicos como paracetamol o antiinflamatorios no esteroidales, pero el problema con estos medicamentos es que estamos afectando todo el sistema, y hay que metabolizarlo a través del hígado y del riñón", explicó el Dr. Soto. "Ya empezamos a pensar sobre otras alternativas más efectivas, porque las hacemos en el área afectada para que no tengan efectos sistémicos".
Generalmente, cuando el paciente presenta un cuadro de inflamación y dolor agudo, se realizan terapias de frío y calor, se aconseja el reposo de la articulación afectada y la protección de la misma. Por el contrario, cuando se trata de un cuadro crónico, especialmente en pacientes diagnosticados con algún tipo de artritis o de artrosis, se busca proteger la articulación, fortalecer los tejidos cercanos y determinar estrategias para restar peso o presión a la zona afectada.
"El plasma rico en plaquetas es una tercera alternativa que podemos ofrecer a nuestros pacientes con osteoartritis o problemas de tendones", aseguró la Dra. Alejandro. "Se extrae sangre del paciente y se utiliza esa misma sangre para extraer esos factores de crecimiento y plaquetas propias de la sangre que ayudan a la regeneración del tejido del cartílago o a sanar las heridas".
Al hablar de plasma, hacemos referencia al componente líquido de la sangre que es el medio para que los glóbulos rojos y blancos, y otro material, pueda movilizarse a través del torrente sanguíneo. Incluye proteínas, nutrientes, glucosa, anticuerpos, entre otros.
Asimismo, las plaquetas son un componente normal de la sangre. Por sí mismas, no tienen propiedades curativas o reparadoras, pero sí secretan factores de crecimiento y otras proteínas que promueven la cicatrización y la regeneración de tejidos.
"Hay que centrifugar la sangre para poder aislar estos componentes y el líquido. Se inyecta directamente en la articulación, pero también se puede inyectar a tendones, ligamentos y alrededor de las articulaciones", argumentó la experta.
"Este procedimiento es seguro, pero no es para todos los pacientes. Queremos escoger a los pacientes que tienen un tipo de osteoartritis entre leve a moderado, porque no creo que en los pacientes con enfermedad severa los vaya a ayudar bastante a lo mejor si les alivia el dolor, pero no es un cambio significativo en su vida diaria", añadió la Dra. Alejandro.
El PRP no es para todos los pacientes
Los expertos aseguran que este método terapéutico conlleva riesgos y contraindicaciones, al igual que los demás. Estos puntos ya se encuentran establecidos y se deben tener en consideración a la hora de ofrecerlo.
"Por ejemplo, un paciente con cáncer en estadio 5 no puede recibir este procedimiento porque está en riesgo de que introduzcamos células malignas de la sangre extraída, en la articulación. Asimismo, pacientes con trombocitopenia, problemas de hígado, problemas de coagulación, con infecciones activas en la sangre o que estén en tratamientos con antiinflamatorios no son pacientes idóneos para esta práctica", recalcó la Dra. Alejandro.
De igual manera, es importante seguir una serie de recomendaciones una vez se realiza el procedimiento, tales como evitar el consumo de antiinflamatorios para que no se frene el estímulo de creación de coágulos en la coyuntura, y tomar descanso.
Aplicación de PRP en áreas alternas de la medicina
El PRP inició utilizándose en la medicina del deporte, fisiatría y rehabilitación y en la dermatología, bajo la premisa de que ayuda a reducir la inflamación. "Al ver que se acelera ese proceso, se ha ido extrapolando a casos más estéticos, caída del cabello y problemas de la piel", ratificó el Dr. Soto.
Adicionalmente, esta técnica se está utilizando también para mejorar la recuperación del paciente en cirugía ortopédica, todo lo que sea para regenerar el tejido o aumentar el tiempo de sanación del mismo, y así disminuir las complicaciones.
"Ciertamente es algo muy de moda, se está utilizando en varias fases de la medicina y nos gustaría que hubiesen más estudios clínicos rigurosos que lo comparen con otras modalidades de inyección a las articulaciones. Es un procedimiento sumamente seguro para el paciente, tomando en cuenta que se realice al paciente adecuado para tratar de retrasar ese reemplazo de rodilla o de cadera por unos años", concluyó la Dra. Paloma Alejandro.