Los depósitos de ácido úrico juegan un papel determinante en las complicaciones sistémicas de la gota.
Durante la exitosa edición de ´Reuma Expo 2023: Hacia la medicina personalizada´, iniciativa de la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas, el Dr. Eddie Rodríguez Castro, abordó las complicaciones renales y sistémicas de la gota, que van más allá de la afectación articular.
La gota es típicamente una forma de artritis que se caracteriza por generar dolores agudos, enrojecimiento y sensibilidad de las articulaciones. El dolor y la inflamación se producen cuando demasiado ácido úrico se cristaliza y deposita en estas áreas.
El nefrólogo explicó que "la gota se caracteriza por la acumulación de urato monosódico que se acumula en diferentes tejidos del cuerpo. El cuerpo reconoce esta sustancia como un agente externo y eso activa el sistema inflamatorio y crea el daño en el tejido".
Rol del ácido úrico en la gota y el daño renal
Puede que el cuerpo produzca demasiado ácido úrico o que los riñones lo excreten muy poco. Por eso, esta enfermedad está fuertemente relacionada con la insuficiencia renal crónica y otros problemas del riñón.
"La gota no es una enfermedad limitada a las articulaciones, ya que causa varios daños en órganos del cuerpo, el hígado, el páncreas, los ojos, en huesos, el tejido renal y del corazón", indicó el Dr. Rodríguez.
También añadió que, "todas las sustancias de la sangre pasan por el riñón y el riñón es el filtro del cuerpo, así que si tenemos una sustancia como el ácido úrico a niveles descontrolados causando inflamación, puede generar daños en las articulaciones".
Niveles elevados de ácido úrico pueden llevar a complicaciones sistémicas
Se estima que en los Estados Unidos cerca de 9.2 millones de personas padecen gota. Aunque tener los niveles de ácido úrico elevado en sangre no es sinónimo de gota, ciertamente, todo paciente con gota tendrá grandes cantidades de ácido úrico.
"Mientras más alto ácido úrico tenga un paciente, peor estará su condición y no siempre la deposición de ácido úrico es evidente y el paciente puede llegar al médico con bastante inflamación", puntualizó.
Al no poder expulsar las amplias cantidades de ácido úrico pueden aparecer los tofos, que son depósitos de ácido úrico que se desarrollan en tejido cartilaginoso, tendones y tejidos blandos.
Según la literatura médica, los tofos generalmente se desarrollan después de que un paciente ha padecido la enfermedad durante muchos años. Estos depósitos se pueden acumular en diferentes tejidos, lo que puede llevar a graves complicaciones de salud si no se interviene a tiempo.
"Los tofos son la punta del iceberg porque a nivel interno hay mucho más daño", expresó.
"La gota es una enfermedad crónica y debemos tratarla como si fuera diabetes o hipertensión. No es solamente una enfermedad de las coyunturas, así que es importante tratarla lo antes posible", afirmó el nefrólogo.
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