Un nuevo estudio analizó los efectos de la Actividad Física Vigorosa Intermitente en el Estilo de Vida (VILPA) sobre el riesgo de cáncer.
Pese a que múltiples investigaciones han demostrado que el ejercicio regular disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer, se estima que 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 4 hombres no siguen la recomendación de ejercitarse al menos 150 minutos a la semana.
La Organización Mundial de la Salud advierte que las personas que no son suficientemente activas tienen un riesgo de muerte entre un 20 y 30 % más que las personas que sí realizan actividad física con moderación o con intensidad.
Precisamente, un nuevo estudio analizó los efectos de la Actividad Física Vigorosa Intermitente en el Estilo de Vida (VILPA) sobre el riesgo de cáncer, cuyos resultados podrían representar una ventaja para las personas que optan por no realizar ejercicio moderado a intenso.
El estudio basado en mediciones de un acelerómetro en la muñeca de 22.398 adultos sedentarios, recopiladas por el Biobanco del Reino Unido, reveló que tan solo 4,5 minutos diarios de actividad física vigorosa en ráfagas de 1 minuto disminuyeron el riesgo de cáncer hasta un 32 %.
"Tenemos que seguir investigando esta relación mediante ensayos sólidos, pero parece que la VILPA puede ser una prometedora recomendación sin costo para reducir el riesgo de cáncer en personas a las que el ejercicio estructurado les resulta difícil o poco atractivo", afirmó el Dr. Stamatakis, autor del estudio.
Estudio de los efectos del VILPA y el riesgo de cáncer
El estudio fue un estudio prospectivo de cohortes de adultos de entre 40 y 69 años. La población del estudio incluyó a 22.398 personas con una edad media de 62 años. De ellas, el 54,8 % eran mujeres y la mayoría (96,0 %) eran de raza blanca.
Durante un periodo medio de seguimiento de 6,7 años, los investigadores identificaron 2.356 nuevos casos de cáncer, incluidos el registro de cáncer, la hospitalización por cáncer o la muerte atribuida a cualquier tipo de cáncer.
Los análisis estadísticos revelaron que la relación entre la VILPA y el riesgo de cáncer es casi lineal, lo que significa que cuanto más VILPA realiza una persona, menor es su riesgo de cáncer.
En comparación con las personas que no hacían VILPA (el 6,2 % de los participantes en el estudio), las que hacían VILPA durante unos 4,5 minutos al día tenían un 20 % menos de riesgo de cáncer.
¿Qué es la VILPA?
El Dr. Stamatakis y sus colaboradores acuñaron el término actividad física vigorosa intermitente relacionada con el estilo de vida (AFVIL) para referirse a breves episodios de actividades físicas que forman parte del estilo de vida.
Algunos ejemplos son:
caminar cuesta arriba;
subir escaleras;
maximizar el ritmo de marcha durante una distancia corta -por ejemplo, 100-200 metros- para alcanzar una intensidad vigorosa, también conocida como marcha rápida;
llevar a los niños o la compra durante 50-100 metros;
y realizar tareas domésticas vigorosas.
La VILPA se diferencia de la actividad física vigorosa tradicional en que es breve porque tiene sesiones de 1-2 minutos, y es esporádica, en lugar de ser continua y estructurada.
Investigaciones anteriores han demostrado que ciertos tipos de cáncer están asociados a bajos niveles de actividad física. Entre ellos se incluyen
hígado;
pulmón;
riñón;
cardias gástrico;
endometrio;
leucemia mieloide;
mieloma;
colorrectal;
cabeza y cuello;
vejiga;
cáncer de mama;
y adenocarcinoma esofágico.
Este estudio muestra que el riesgo de padecer estos tipos de cáncer relacionados con la actividad física se reduce en aproximadamente un 31 % en las personas que realizan 4,5 minutos diarios de VILPA.
Los investigadores también identificaron la cantidad mínima de VILPA necesaria para reducir significativamente el riesgo de cáncer. Descubrieron que 3,4 minutos diarios de VILPA pueden reducir el riesgo total de cáncer en un 17 %, mientras que 3,6 minutos diarios de VILPA pueden reducir el riesgo de cáncer relacionado con la actividad física en un 18 %.
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