Adaptación mitocondrial: transformación de nutrientes en energía celular y longevidad

El ser humano ha tenido la capacidad de adaptarse al entorno durante toda su vida. Por eso, el proceso mitocondrial realizado por la ingesta correcta, puede mejorar la longevidad de las personas.

Luisa María Rendón Muñoz

    Adaptación mitocondrial: transformación de nutrientes en energía celular y longevidad

    El ser humano, en cuanto ha ido evolucionando como especie, se ha enfrentado al cambio del entorno y se ha obligado a adaptarse a este para poder conseguir alimentos y así sobrevivir con otras especies. Eso ha hecho que el proceso digestivo se haya acostumbrado a las condiciones de cada momento. 

    En los tiempos de la prehistoria, el ser humano cazaba un buey y lo consumía todo, y de este modo podía guardar energía para los tiempos en los que no pueda adquirir alimentos. El cuerpo, al no encontrar energía adquirida por los alimentos, empieza a consumir la grasa que pudo obtener de la última ingesta de comida. A esto se le llama adaptación mitocondrial.

    El arte de vivir largos años y de una buena manera, tiene que ver con el metabolismo flexible, según el doctor Jaime Claudio, investigador, profesor del Recinto de Ciencias Médicas y médico de familia. Esto quiere decir que si el cuerpo puede consumir combustible de azúcar y alternar la quema de grasa, aumenta la probabilidad de una mejor vida.

    ¿Qué son las mitocondrias? 

    Son conocidas como la fuente de energía, puesto que son las encargadas de producir el proceso de fosforilación oxidativa, que concluye con la transformación de los nutrientes en energía en la mayoría de las células eucariotas, satisfaciendo así las necesidades energéticas de las células. 

    ¿Cómo se pueden aprovechar para mejorar el estilo de vida?

    Según el doctor Jaime Claudio, en los procesos de alimentación, se puede mejorar la calidad de vida, restringiendo los azúcares e inclinándose por las plantas. 

    “Cuando se restringen los carbohidratos, el cuerpo se obliga a adaptar unos mecanismos de defensa para poder seguir. Por ejemplo, usted deja de comer por doce horas de estar ayunando, se acaba el combustible de azúcares almacenados, y el cuerpo necesita empezar a degradar grasa” agrega el doctor Jaime Claudio.



    Mejorar los hábitos alimentarios



    Una dieta basada en plantas y no en alimentos procesados o en muchos carbohidratos malos, puede traer mejores resultados positivos para su alimentación y para la longevidad. 



    Por eso, el doctor asegura que, “se puede mejorar la calidad de acuerdo a lo que se come, restringiendo los azúcares e inclinándose a las plantas. Si el 90% de la cantidad del plato es procesado, la calidad de vida disminuirá; si se inclina por un 50% es alimento viviente, vegetales, frutas, la calidad de vida aumentará.



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