La consulta médica es fundamental cuando las convulsiones duran más de cinco minutos o cuando existen otros factores de riesgo.
La epilepsia es un trastorno cerebral que desencadena convulsiones recurrentes, y que afecta a una gran cantidad de personas en todo el mundo. Este complejo trastorno no solo plantea una amplia gama de síntomas, sino que también presenta desafíos médicos y emocionales significativos.
Dicho lo anterior, la epilepsia es frecuente. Se estima que 1 de cada 26 personas desarrollan este trastorno, según la Epilepsy Foundation (Fundación para la Epilepsia). La epilepsia afecta a personas de todos los sexos, razas, grupos étnicos y edades.
Síntomas variables
Las convulsiones epilépticas pueden manifestarse de diversas maneras, y los síntomas varían según el tipo de convulsión. Algunas personas pueden perder el conocimiento, mientras que otros experimentan movimientos espasmódicos involuntarios de brazos o piernas.
Estos episodios pueden ir acompañados de confusión temporal, episodios de ausencias y síntomas psicológicos, como miedo o déjà vu. La epilepsia también puede influir en el comportamiento de las personas y provocar síntomas de psicosis.
Señales de alarma y tipos de convulsiones.
Las convulsiones se pueden clasificar en dos categorías principales: focales y generalizadas. Las convulsiones generalizadas, son las que aparentemente se producen en todas las áreas del cerebro, y las focales son las que presentan señales de alarma cuando van a tener una convulsión. Las convulsiones focales pueden ocurrir con o sin alteraciones de la conciencia y pueden afectar las emociones, la percepción sensorial y la movilidad. Estas incluyen convulsiones del lóbulo frontal, del lóbulo temporal y del lóbulo occipital.
Por otro lado, las convulsiones generalizadas, como las crisis de ausencia, las convulsiones tónicas, las atónicas, las clónicas y las mioclónicas, afectan áreas más extensas del cerebro, lo que a menudo resulta en la pérdida de conciencia y movimientos musculares.
Tipos de convulsiones
Convulsiones focales:
Existen diversos tipos de convulsiones focales, cada una con un origen específico en el cerebro. Las convulsiones del lóbulo frontal se manifiestan con movimientos involuntarios de la cabeza y los ojos, falta de respuesta a estímulos externos, risas o gritos y movimientos repetitivos. Las convulsiones del lóbulo temporal, que suelen comenzar con una sensación previa llamada aura, involucran la pérdida de conciencia del entorno, movimientos inusuales y síntomas como chasquear los labios o tragar repetidamente.
Por último, las convulsiones del lóbulo occipital afectan la visión y pueden llevar a alucinaciones visuales, así como movimientos o parpadeos incontrolables en los ojos. Cada tipo de convulsión focal presenta características distintivas que permiten a los médicos identificar su origen y brindar un diagnóstico adecuado.
Convulsiones generalizadas:
Las convulsiones generalizadas abarcan un grupo de episodios que afectan todo el cerebro e incluyen diversos tipos. Las crisis de ausencia, más comunes en los niños, se caracterizan por miradas fijas en el espacio, movimientos sutiles como el parpadeo de los ojos y son de corta duración. Las convulsiones tónicas provocan rigidez muscular y pueden afectar el conocimiento, afectando principalmente la espalda, los brazos y las piernas.
Las convulsiones atónicas, también llamadas convulsiones de caída, resultan en una pérdida de control muscular, especialmente en las piernas. Las convulsiones clónicas se manifiestan con movimientos musculares repetitivos en cuello, cara y brazos. Las convulsiones mioclónicas se presentan como movimientos espasmódicos breves y repentinos, afectando la parte superior del cuerpo, brazos y piernas.
Finalmente, las convulsiones tónico-clónicas generalizadas, las más graves, provocan la pérdida repentina de conocimiento y se manifiestan con rigidez, espasmos y sacudidas del cuerpo, a veces acompañadas de pérdida de control de la vejiga o mordedura de la lengua.
Cuándo consultar a un médico
Es fundamental asistencia médica en casos específicos, como cuando las convulsiones duran más de cinco minutos, la conciencia no se restablece después de la convulsión o cuando se experimenta una segunda convulsión inmediatamente después de la primera.
Otros factores de riesgo, como la fiebre alta, la diabetes, un traumatismo craneal, el embarazo y lesiones durante una convulsión, también requieren atención médica inmediata. Incluso si experimenta una convulsión por primera vez, es aconsejable buscar asesoramiento médico.
Causas y factores de riesgo
La epilepsia puede deberse a una variedad de factores, desde influencia genética y traumatismos craneales hasta infecciones cerebrales, problemas de desarrollo y accidentes cerebrovasculares.
La genética juega un papel importante en algunos casos, aunque la mayoría de las veces, los genes interactúan con condiciones ambientales para desencadenar las convulsiones. El riesgo de epilepsia aumenta con la edad, los antecedentes familiares y otros factores como lesiones en la cabeza, enfermedades vasculares y demencia.
Riesgos asociados
La epilepsia es una afección que puede presentarse en cualquier edad, pero es más común en niños y adultos mayores. Existen factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de sufrirla, como antecedentes familiares de epilepsia, lesiones en la cabeza, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades vasculares, demencia e infecciones cerebrales.
En el caso de las convulsiones en la infancia, si se presentan como resultado de una fiebre alta prolongada o están acompañadas de otros problemas de salud del sistema nervioso o antecedentes familiares de epilepsia, el riesgo de desarrollar epilepsia en el futuro es mayor.
Para reducir el riesgo de epilepsia, se recomienda tomar precauciones como el uso del cinturón de seguridad y casco en actividades de alto riesgo, limitar el consumo de alcohol, evitar el tabaco, llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente.
Complicaciones
Las complicaciones de tener convulsiones incluyen caídas, ahogamientos y accidentes automovilísticos. Algunos estados imponen restricciones en las licencias de conducir para personas con convulsiones. Las personas con epilepsia también pueden experimentar problemas para conciliar el sueño y complicaciones durante el embarazo.
Además, ciertos tipos de epilepsia pueden afectar la memoria. Es importante recibir atención médica y planificar el embarazo con un equipo médico.
Es importante resaltar que la epilepsia es un trastorno complejo que afecta a individuos de todas las edades y orígenes. Comprender sus síntomas, causas y factores de riesgo es esencial para abordar y gestionar esta afección. Con la atención médica adecuada, el apoyo emocional y el tratamiento, muchas personas con epilepsia pueden llevar una vida plena y satisfactoria.