Los autores consideran que las prácticas de promoción deberían incluir mejorar la orden médica y el acceso a las pruebas de VIH en Puerto Rico.
Un reciente estudio en Puerto Rico reveló que aún persisten brechas en la implementación de pruebas de VIH desde los centros médicos y la promoción de su detección temprana en la población, en especial los que tienen mayor riesgo de contagio.
Las personas heterosexuales ocupan el segundo lugar en la transmisión del Virus de la Inmunodeficiencia Humana en los Estados Unidos. En Puerto Rico, datos del Sistema de Vigilancia del VIH informaron que el contacto heterosexual fue el modo más prevalente de transmisión del VIH, representando el 36 % del total de casos en 2016.
Comportamiento sexual y VIH en Puerto Rico
A través del estudio se analizaron las características sociodemográficas, de atención médica y comportamiento sexual de las pruebas de VIH iniciadas por proveedores utilizando datos del ciclo Nacional de Vigilancia del Comportamiento del VIH de Puerto Rico 2016.
Un total de 358 participantes se eligieron para realizar una encuesta. Los autores del estudio utilizaron las pruebas de chi-cuadrado de Pearson y Fisher para evaluar las diferencias proporcionales y se realizaron modelos de regresión logística multivariados para determinar la asociación entre variables independientes y la derivación a la prueba del VIH.
Personas con comportamientos sexuales de alto riesgo no se realizan pruebas rutinarias
Los resultados evidencian que aunque el 67,9% de los participantes mostraron un comportamiento sexual de alto riesgo y el 67,4% informaron un riesgo bajo de infección por VIH entre aquellos que visitaron a un proveedor de atención médica en los últimos 12 meses, el 80,7 % de todas las personas no recibieron una derivación para la prueba del VIH en una visita médica.
Lo anterior refleja que la prevalencia de los participantes que recibieron una derivación para la prueba del VIH entre aquellos que informaron tener conductas sexuales de alto riesgo fue del 41 % inferior a la prevalencia estimada en los que no tenían conductas sexuales de alto riesgo.
Los resultados apuntan que las personas que presentaban conductas sexuales de alto riesgo tenían menos probabilidades de ser remitidas para una prueba de detección del VIH, teniendo en cuenta que en Puerto Rico los estudios han demostrado una alta prevalencia de conductas sexuales de alto riesgo entre hombres y mujeres.
Aún persisten brechas en la detección del VIH en Puerto Rico
Cabe mencionar que según las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, y la Organización Mundial de la Salud, OMS, todas las personas entre 13 y 64 años deben hacerse pruebas de detección de infección por VIH como parte de sus exámenes médicos de rutina y las personas con alto riesgo deben hacerse la prueba anualmente.
Este estudio enfatiza aún más la necesidad de que los proveedores de atención médica sigan las pautas recomendadas para las derivaciones de pruebas de VIH en entornos de atención médica.
Los autores consideran que las prácticas de promoción en el futuro deberían incluir mejorar la orden médica y el acceso a las pruebas de VIH e implementar medidas preventivas para contrarrestar la epidemia de VIH en Puerto Rico.
Acceda al estudio aquí.