Un estudio demostró que la mamografía con contraste es la mejor opción para el seguimiento del cáncer de mama.
Vigilar el cáncer de mama es prioritario para las mujeres, especialmente si tienen antecedentes. Para quienes han recibido este diagnóstico y han culminado el tratamiento, la vigilancia también es importante, pues, el equipo médico continúa haciendo controles para asegurarse que el cáncer no ha regresado. A esto se le conoce como atención de seguimiento.
Dicha atención puede incluir exámenes físicos, análisis médicos u otros, durante meses o años.
Sin embargo, un estudio señala que las imágenes de contraste digital mejoran la detección de neoplasias malignas recurrentes o nuevas, en pacientes con antecedentes de cáncer de mama.
Usualmente se usa la ecografía o la resonancia magnética, pero la mamografía con contraste tiene mayor sensibilidad que las anteriores, y mejor accesibilidad que la resonancia magnética. Por tal motivo, se sugiere el uso de la mamografía con contraste para la vigilancia de rutina en sobrevivientes.
En 2018, el Royal Melbourne Hospital en Australia cambió a la mamografía mejorada con contraste, en combinación con la mamografía 2D/3D, para la vigilancia de rutina de pacientes con antecedentes de cáncer de mama o DCIS, reemplazando el estándar anterior de mamografía 2D/3D con ultrasonido selectivo. Los investigadores informaron los resultados, comparando la mamografía mejorada con contraste con la mamografía digital.
En general, 73 de 1191 pacientes (6,1 %) fueron recordados para una evaluación adicional.
Casi la mitad de los retiros (35 pacientes) fueron verdaderos positivos: 26 cánceres invasivos y 9 casos de DCIS; la otra mitad (38 pacientes) fueron falsos positivos resultando en un valor predictivo positivo 47.9 %
De los 73 pacientes recordados, 9 lesiones se observaron solo en mamografía 2D/3D; Se identificaron 23 lesiones mediante mamografía 2D/3D y contraste; de estas, el 83 % fueron verdaderos positivos.
Según los investigadores, 41 de 66 recuerdos de biopsias "era poco probable que se hubieran identificado si no se hubiera usado contraste".
Se encontraron verdaderos positivos solo con contraste en pacientes con densidad mamaria baja y alta.
La introducción de la mamografía con contraste condujo a una disminución constante en el uso de la ecografía de mama completa para la vigilancia.
No se pudieron determinar las tasas de falsos negativos. A los pacientes se les ofreció una mamografía con contraste de vigilancia en varios momentos después de su tratamiento inicial contra el cáncer.
Es posible que algunas lesiones encontradas en la mamografía realzada con contraste de vigilancia estuvieran presentes en el momento del diagnóstico inicial de cáncer antes del uso generalizado del contraste.