La estenosis esofágica benigna suele tratarse con la dilatación del esófago, y pocas veces requiere cirugía.
Un hombre de 52 años con enfermedad por reflujo gastroesofágico de larga evolución y rinitis alérgica presentó disfagia y dolor epigástrico durante varias semanas. La evaluación inicial fue normal, salvo por una leve eosinofilia periférica (2,1 × 109/l).
La esofagogastroduodenoscopia reveló una mucosa normal, pero suscitó preocupación por una estenosis esofágica extrínseca leve. La tomografía computarizada posterior mostró un engrosamiento circunferencial en todo el esófago que hacía sospechar una neoplasia con un nódulo pulmonar derecho que hacía sospechar metástasis.
El paciente fue sometido a ecografía endoscópica, que confirmó engrosamiento esofágico circunferencial difuso (10 mm), principalmente por engrosamiento de las capas 2 y 3.
Las biopsias de mordida profunda revelaron un marcado infiltrado eosinofílico submucoso (30 por campo de alta potencia [HPF]), pero no en la mucosa (2/HPF). El paciente fue diagnosticado de esofagitis eosinofílica.
El tratamiento con prednisona oral seguida de fluticasona deglutida produjo un alivio sintomático significativo. La ecografía endoscópica de seguimiento mostró mejoría del grosor esofágico (6 mm) y de la eosinofilia periférica (0,2 × 109/L). Actualmente recibe dupilumab con resolución sintomática completa.
Esta afección describe la inflamación crónica del esófago, y se diagnostica típicamente sobre la base de histopatología que muestra =15 eosinófilos/HPF. Los hallazgos endoscópicos incluyen pérdida del patrón vascular normal de la mucosa, anillos concéntricos apilados, estenosis y surcos lineales.
La esofagitis eosinofílica afecta tanto a adultos como niños, y se manifiesta de forma similar en estos dos grupos poblacionales. Por ejemplo, en adultos suele presentarse disfagia, sensación de atasco de la comida, dolor en el pecho y reflujo.
En niños, por el contrario, suele haber vómito, ausencia de respuesta a los medicamentos para la enfermedad por reflujo gastroesofágico, y retraso en el desarrollo como crecimiento insuficiente, desnutrición y pérdida de peso, además de los anteriormente mencionados.
Las opciones de tratamiento incluyen dietas de eliminación, inhibidores de la bomba de protones, glucocorticoides tópicos y dupilumab, recientemente aprobado por la Food and Drug Administration.
Las principales causas de esta afección son la esofagitis eosinofílica, antecedentes de radioterapia en el pecho o en el cuello, lesiones causadas por endoscopio, uso prolongado de medicamentos, tratamientos previos de várices esofágicas e ingesta de sustancias u objetos nocivos. Además, en algunos casos, la estenosis puede ser síntoma de cáncer.
La estenosis esofágica suele tratarse con la dilatación del esófago, utilizando un endoscopio para ubicar el dilatador en el lugar deseado. En algunos casos es necesario el uso de esteroides inyectables para reducir la inflamación, y evitar que la estenosis se repita.
Cuando se elimina la sospecha de que la estenosis es de origen maligno, rara vez se recurre a cirugía para tratarla.
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