Los nuevos procedimientos son mínimamente invasivos, generan menos dolor y la recuperación es más rápida.
En el marco de la Convención Anual de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología Intervencional, llevada a cabo en el Royal Sonesta Hotel en Isla Verde, la Revista Medicina y Salud Pública conversó en exclusiva con el Dr. Valentín del Río, Cardiólogo Intervencional del Bayamón Heart & Lung Institute y presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología Intervencional sobre los temas expuestos en el evento, así como las dificultades que actualmente enfrentan los especialistas de esta área en la isla.
Educación continua y desarrollo profesional
Según menciona el especialista, desde hace 3 años, en las convenciones se comenzaron a integrar cardiólogos generales y demás personal médico que podría facilitar y mejorar la atención de los pacientes.
"También incluimos a estos técnicos especialistas clínicos que están en el hospital con nosotros, para que tuvieran un foro donde ellos pudieran tener más educación y no solamente depender de la educación que toman en el hospital con nosotros en el día a día, así que hicimos un cambio en ese sentido".
Asimismo, señaló que ha aumentado el nivel de participación, así como el de práctica, gracias a las nuevas tecnologías que han permitido que los asistentes sean parte de algunos casos que se proyectan en vivo.
"La mayoría de las veces, en las convenciones, lo que hay son presentaciones de Powerpoint. En nuestra convención, desde hace unos años, hemos ido trayendo casos en vivo; este año vamos a transmitir ocho casos en vivo, seis desde el Bayamón Medical Center y dos casos realizados desde Argentina. Esa interacción nunca se había visto en Puerto Rico".
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Intervenciones percutáneas
Explica el especialista que gracias a los avances tecnológicos y científicos, varias áreas de la cardiología intervencional están creciendo exponencialmente, y están brindando a los pacientes importantes procedimientos no invasivos, con resultados más favorables.
"En el pasado muchas, todas las terapias valvulares eran quirúrgicas, todo era por medio de operaciones de corazón abierto. Hoy en día muchas de esas enfermedades pueden ser tratadas por medio percutáneo, con una pequeña incisión a través de la piel uno puede tener acceso a través de la femoral para poder hacer un sin número de procedimientos que pueden tratar esas enfermedades, especialmente, en pacientes de edad avanzada", explicó.
Desafíos en la cardiología intervencional
Es bien sabido que la población de Puerto Rico es envejeciente, es decir, que cada vez hay un aumento en la demanda de los servicios de los cardiólogos intervencionales, pero hay pocos especialistas. Sin embargo, explicó el Dr. del Río, a esto se le suma una serie de factores de riesgo no modificables en la población, como la genética.
"Una de las cosas limitantes de nuestro país, es la falta de médicos. Somos pocos cardiólogos, y somos menos cardiólogos intervencionistas, eso nos lleva a tener demasiado trabajo en una población que cada día es mayor. Nuestra herencia latina trae unos factores que envuelven dieta, vida sedentaria, entre otros, que causan que la enfermedad cardiovascular sea más prominente que en los Estados Unidos".
Asimismo, mencionó que la falta de acceso de los pacientes a las consultas con los especialistas dilata el tiempo de atención oportuna, favorece el desarrollo de cuadros más complejos de las condiciones en quienes los presentan.
"Hay muchos limitantes, especialmente por la falta de acceso de los pacientes. Muchas veces nosotros tratamos de dar la milla extra y tratar de atender lo más que podamos, Pero ese es el limitante principal de todo".
La propuesta de un enfoque preventivo
Los niveles altos de colesterol, presión arterial, azúcar en sangre, así como las dietas altas en sodio, grasas y demás constituyen los principales factores de riesgo para el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares; todas prevenibles.
"Nosotros tenemos que dar la milla extra, no solo enfocarnos en la parte cardiovascular sino también en la parte preventiva para evitar que esos factores de riesgo, tales como la obesidad y la diabetes, sean más prevalentes y por tanto causen más enfermedad cardiovascular, que es la que causa los infartos del miocardio".
De manera que es necesario fomentar campañas que llamen a la prevención de todos estos elementos.
"Si tenemos un historial familiar importante de enfermedad cardiovascular, no podemos prevenir eso. Pero la obesidad, el uso del cigarrillo, la vida sedentaria podemos cambiarla. Así como los hábitos del sueño, el estrés, la diabetes, el colesterol, la presión, entre otros", concluyó.