Los síntomas del aneurisma aórtico abdominal no son específicos, como dolor similar al de problemas de vesícula o cálculos renales.
Los aneurismas aórticos son una de las complicaciones de la aterosclerosis más importantes, debido a su alto índice de mortalidad. Se denomina como un agrandamiento de la aorta, siendo más común en la zona abdominal.
El Dr. Rafael Santini, cirujano vascular, explicó en exclusiva a la Revista Medicina y Salud Pública, que esta afección suele presentarse en pacientes masculinos entre los 60 y 65 años, sin que esto signifique que no afecta a las mujeres.
¿Por qué se produce el ensanchamiento de la aorta?
Asimismo, señaló que uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de un aneurisma aórtico, es ser fumador o tener historial de tabaquismo de entre 20 a 30 años.
"Este es el factor de riesgo prevenible número uno en el desarrollo de aneurismas de aorta, cosa que realmente es algo que después el paciente, en teoría, se lo se lo causó él mismo".
La aterosclerosis, la diabetes, hipertensión, el historial familiar y la presencia de enfermedades del tejido conectivo también pueden favorecer al desarrollo de esta condición.
Vea el programa completo aquí.
Una afección de hallazgo incidental
Los aneurismas aórticos abdominales pueden presentar síntomas no específicos, como dolor en zona abdominal similar al de vesícula o al de cálculos renales.
"El agrandamiento en la aorta abdominal, en la mayoría de las veces, es silencioso pero algunos pacientes, especialmente los pacientes delgados, pueden notar una masa bursátil en el abdomen".
En casos de ruptura, por el contrario, el paciente experimenta "dolor severo súbito en el área del abdomen que podría costarle la vida al paciente".
Actualmente, el tratamiento principal es la intervención quirúrgica para reparar la arteria. Una de las indicaciones principales es la dilatación de la arteria para establecer el procedimiento a seguir.
"Desde los 5.5 cm o más de diámetro, se debe reparar electivamente porque se conoce que si no se repara, hay un riesgo de ruptura en los próximos años bastante elevado".
Ahora bien, cuando se presenta una ruptura aguda, el paciente debe ser tratado de emergencia para evitar el fallecimiento.
"De los casos de rupturas, el 50% de los pacientes no llega al hospital; fallecen en sus hogares o de camino al hospital. El otro 50% que se trata y llega a tiempo, de ese 50% la mitad fallecen durante el período hospitalario, es decir, se salva uno de cada cuatro. El 25% se salva, los demás fallecen".
Las guías estandarizadas recomiendan estudios de cernimiento y estudios de diagnóstico temprano en pacientes masculinos de 65 a 75 años que son o fueron consumidores de tabaco pues, según indica el especialista, "esta población tiene cerca de un 6 o 7% de incidencia de aneurismas de aorta abdominal, por lo que se benefician de realizarse un ultrasonido abdominal, alguna vez en su vida, por lo menos".
En Puerto Rico, se estima que anualmente se realizan entre 200 a 250 procedimientos quirúrgicos para tratar esta afección, entre los 10 o 12 cirujanos cardiovasculares disponibles en la isla para realizarlos.
"Es algo que frecuentemente operamos aunque no todos los pacientes se operan. Se diagnostican más de lo que se opera".
Y es que como bien se dijo anteriormente, la selectividad para cirugía depende del tamaño del aneurisma. En aquellos casos en los que se detectan aún pequeños, se les realiza seguimiento "cada 6 meses o un año, porque tienden a crecer poco a poco hasta que necesitan cirugía".
Los especialistas encargados de realizar estos procedimientos son los cirujanos vasculares, aunque según el Dr. Santini hay entre dos y tres cirujanos cardiotorácicos que actualmente realizan este procedimiento en Puerto Rico.
Adicionalmente, menciona que la media de edad de los 14 cirujanos vasculares en Puerto Rico, es de 55 y 60 años, que están próximos a retirarse.
"El pronóstico no es muy bueno en cuanto a la cirugía vascular en este país. Los pocos que hacemos este tipo de cirugía realmente damos la milla extra y muchos de nosotros hacemos el trabajo de dos o tres cirujanos", expresó.
"Tenemos la esperanza verdad de que se sigan entregando cirujanos vasculares en los que están entrenando ahora los más jóvenes, y eso es uno de los roles primordiales que yo, tengo como cirujano, tengo y es inculcar el deseo y el interés por la cirugía vascular en los residentes y estudiantes de medicina", concluyó.