El maletín que siempre cargaba parecía su bitácora mágica de éxitos tanto en su tierra natal boricua como a nivel internacional.
Recientemente, falleció el Dr. Pablo Iván Altieri; cardiólogo, catedrático, investigador y persona clave en la cardiología de la Isla, quien desde la infancia, manifestó su deseo de ser médico y llegó así, a ser uno de los principales expositores de la cardiología y la investigación para mejorar y ampliar el panorama de la detección, prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares en Puerto Rico.
No hay descripción suficiente que haga justicia a su vocación y servicio a la comunidad
Cardiólogo y decodificador de genes asociados a condiciones cardíacas. Esta descripción no hace justicia a la vida del Dr. Pablo Altieri Nieto, parte de los especialistas que aportaron a la creación del único hospital cardiovascular en el país desde el Centro Médico de Puerto Rico, catedrático e investigador del Recinto de Ciencias Médicas y amante de la educación.
Era notable escucharlo por los pasillos del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe, estirando el brazo para saludar a compañeros y al personal. Era enérgico en su vocablo, apasionado de la investigación en el campo que amaba y un líder de la academia, con sus propios colegas en la carrera de la cardiología.
El maletín que siempre cargaba parecía su bitácora mágica de éxitos tanto en su tierra natal boricua como a nivel internacional. La prisa caminando era para imaginarse que algo nuevo le esperaba. El sin fin de papeles impresos entre los estudios científicos de los que era parte, su clínica y los estudiantes de medicina que formaba eran parte del decoro de su escritorio, desde donde de vez en cuando, levantaba la voz ante las múltiples visitas que recibía y las veces que debía abrir y cerrar la puerta.
Dr. Altieri: cuatro décadas de una carrera distinguida como cardiólogo de todos los puertorriqueños
Por más de cuatro décadas, fungió como Director del Laboratorio de la División de Cardiología de uno de los principales centros académicos de medicina del país. Desde Humacao, donde también tenía su práctica, viajaba a San Juan con el ímpetu de atender a sus pacientes en el centro de medicina principal del país y sus entes afiliados.
Ahí no se quedaba el trabajo del Dr. Altieri plasmado, sino que desde su isla trabajaba para ser parte de congresos mundiales, y presentar los hallazgos de las investigaciones de las cuales formaba parte con ahinco. De muchas que podemos reseñar, tan solo el año pasado presentó un estudio que propone un innovador enfoque al combinar la inteligencia artificial y la física cuántica para mejorar la salud cardíaca.
Recalcaba con orgullo el beneficio de aquellos genes protectores de los pacientes hispanos puertorriqueños frente a condiciones cardíacas serias como la condición arterioesclerótica y virus infecciosos, en comparación con otras razas étnicas y la misma pandemia por coronavirus en 2020, representó una oportunidad para hablar más sobre genética e investigaciones con este medio, donde siempre admiramos su vocación por enseñar, educar y acercar a todos al conocimiento médico, indiferentemente de la condición académica o social.
Se va un maestro de corazón pero queda una leyenda de la medicina boricua
A lo largo de su carrera, el Dr. Altieri ha sido reconocido a nivel mundial, desde Italia hasta Tailandia. Desde su patria, sus colegas, estudiantes, familia, y nuestra Junta Editorial atesoraremos sus memorias, contribuciones científicas en la cardiología, su docencia y sobre todo, su humanismo de corazón.
Descanse en paz, Dr. Pablo Iván Altieri Nieto.