Con la instalación de paneles solares en la comunidad de Alto de Cuba y el acuerdo con el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico para impulsar la resiliencia energética, se avanza hacia un modelo alternativo que atienda las necesidades energéticas y de salud pública.
Recientemente, la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras (UPRRP) y Casa Pueblo de Adjuntas, Inc. (CPA) han formalizado un acuerdo de colaboración que abordará diversas áreas, como iluminación, eficiencia energética y estrategias de control inteligente para reducir el desperdicio de energía. El enfoque incluirá políticas institucionales para la autogestión que fomenten el ahorro energético en unidades académicas, así como la generación de energía solar en los techos de estructuras existentes y áreas de estacionamiento.
Puerto Rico y la transformación energética
Ahora bien, Puerto Rico ha sufrido los efectos de los fenómenos naturales que han causado serios estragos en la salud pública y han afectado servicios básicos esenciales para la población como lo es la energía eléctrica que falla cada vez que ocurre una emergencia.
Sin embargo, en medio de la situación han surgido iniciativas locales que le apuestan a una transformación energética en beneficio de las poblaciones más vulnerables de la Isla; un ejemplo de ello es las actividades de Casa Pueblo, una organización sin fines de lucro que lidera proyectos comunitarios sobre energía sostenible.
A través del proyecto de transformación energética por medio de paneles solares de Casa Pueblo, la comunidad de Alto de Cuba en Adjuntas pudo contar con el servicio eléctrico de forma autónoma y suplir las necesidades más apremiantes de la población vulnerable y dependiente de energía para dispositivos médicos.
La renovación energética sí impacta en la salud pública
"Esta transformación ha contribuido a atender el perfil de una población que sufre de hipertensión, diabetes, necesidad de terapia respiratoria, hospitalización y otras condiciones crónicas que son altamente prevalentes", afirmó Deyá.
El Director de Casa Pueblo dio a conocer que en Puerto Rico existen cerca de 50 mil personas que tienen familiares, pacientes, o cercanos con condiciones crónicas de salud, y tienden a ser los más afectados por la ausencia del servicio eléctrico.
De hecho, "cuando empezamos en el 2017 a ayudar después del Huracán María, Casa Pueblo ya operaba con energía solar. En ese año conocimos el caso de María Medina que requería diálisis peritoneal por cerca de 10 horas y su terapia se había comprometido después del huracán por varios meses y finalmente cuando llegamos con los equipos disponibles hicimos ese hogar", reconoció Deyá.
A partir de ahí, todas las casas del municipio de Adjuntas que requerían diálisis peritoneal, contaron con la instalación del sistema de urgencia energética.
Alto de cuba, la comunidad referente en transformación energética para Puerto Rico
Al respecto, Arturo Massol Deyá, director de Casa Pueblo, en conversación exclusiva con la Revista Medicina y Salud Pública reconoció la importancia de incentivar esta transición en las comunidades a fin de que el servicio eléctrico no se vea suspendido continuamente y evitar el deterioro de la salud pública por la misma causa.
"El tema de salud ha sido central desde que iniciamos el proyecto y Alto de Cuba es el referente de establecer una comunidad que de ejemplo de como deben ser los vecindarios en el país de cara al futuro, que hagan aprovechamiento solar como seguridad energética", destacó.
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Alto de Cuba es un municipio que poco a poco está generando energía eléctrica a través de paneles solares, los cuales han facilitado la atención de pacientes que padecen enfermedades crónicas y otros problemas de salud pública que se presentan en la comunidad.
Actualmente, son múltiples los proyectos en curso enfocados en la renovación energética de las comunidades, los cuales permitirán atender las necesidades no solo de salud sino de otras áreas sociales.