La mortalidad asociada a la encefalomielitis equina del Oeste varía, siendo posible la presencia de enfermedad subclínica o leve con menos del 30%.
El virus de la encefalomielitis equina del Oeste, clasificado en el género Alphavirus de la familia Togaviridae, se encuentra presente en el continente americano, afectando tanto a humanos como a équidos.
La enfermedad, caracterizada por casos de encefalitis en la mayoría de los pacientes, se propaga en la naturaleza mediante la alternancia entre huéspedes vertebrados y mosquitos vectores.
Manifestaciones en caballos
En caballos, la enfermedad se manifiesta clínicamente con síntomas como fiebre, anorexia y depresión, pudiendo evolucionar hacia manifestaciones más graves como hiperexcitabilidad, ceguera, ataxia y convulsiones.
La mortalidad asociada a la encefalomielitis equina del Oeste varía, siendo posible la presencia de enfermedad subclínica o leve con menos del 30%. Las aves paseriformes actúan como principales reservorios del virus, siendo las aves de corral, aves de caza y ratites susceptibles a la enfermedad.
En seres humanos
Los seres humanos, considerados huéspedes terminales fortuitos, pueden experimentar un periodo de incubación de 2 a 10 días, con la mayoría de los casos siendo asintomáticos o presentando cuadros leves caracterizados por fiebre, cansancio, dolores musculares y malestar general, resolviéndose espontáneamente en 7 a 10 días.
En casos graves, la enfermedad puede causar encefalitis, inflamación del cerebro, y puede ser mortal. Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, pero los niños y los ancianos tienen un mayor riesgo de desarrollar encefalitis.
Medidas preventivas
Como medidas preventivas, se sugiere el saneamiento ambiental en áreas donde se alojan caballos, así como la protección personal mediante el uso de ropa adecuada y repelentes de insectos con DEET u otros ingredientes activos. Las autoridades de salud también enfatizan la importancia de la consulta médica ante la presencia de síntomas.
Recomendaciones específicas
Asimismo, se hacen algunas recomendaciones específicas, incluyendo el saneamiento ambiental en áreas de caballos, drenaje de espacios propicios para la reproducción de mosquitos, desmalezado de zonas cercanas y la aplicación de medidas de protección personal para aquellos expuestos a entornos propicios para el desarrollo del vector.
Se hace hincapié en la necesidad de aplicar periódicamente productos repelentes, ajustando la frecuencia según la concentración de DEET presente en el producto. Además, se sugiere la utilización de repelentes que contengan IR3535 o icaridina como alternativas viables.
Fuentes consultadas aquí, aquí y aquí.