La pérdida de actividad cerebral puede producirse por diferentes causas o enfermedades.
Cuando una persona queda en estado de coma aún tiene actividad cerebral, aunque sea mínima y en el estado vegetativo se tiene conciencia del entorno, en ambos casos es posible despertar, aunque las posibilidades sean mínimas; sin embargo, en la muerte cerebral se ha demostrado que es imposible.
Recientemente, se ha conocido el caso de un joven británico de 28 años que ha despertado tras "ser diagnosticado con muerte cerebral", pero la realidad es que el joven se encontraba en estado de coma, del que sí que es posible despertar, aunque su situación era crítica y se mantenía con vida con un soporte vital.
Ante este hecho, el Dr. Iker García, coordinador del Grupo de Trabajo e Intensivista del Hospital Universitario Donostia, asegura que "no se puede revivir de un estado de muerte cerebral" porque este significa "a todos los efectos clínicos, y también legales, el fallecimiento".
¿Qué sucede en el estado de coma?
En el estado de coma, el cuerpo tiene una disminución en el nivel de conciencia hasta el punto de perder respuesta a los estímulos. Sin embargo, existen diferentes estados de coma dependiendo de la parte cerebral que se vea afectada.
Existen unos estados de coma "intermedios" en los que los pacientes "reaccionan poco o solo a estímulos vigorosos" que, "en el caso del coma, apenas reaccionan a nada y, en un coma profundo, a nada".
Tipos de estados de coma: inducido y no inducido
Dentro de la clasificación de estado de coma también existen dos tipos: el coma inducido, es decir, "provocado" por los médicos para preservar la actividad cerebral y no causar mayores daños, y el coma no inducido, que se produce por un traumatismo.
Varias sociedades médicas refieren que el coma inducido o coma farmacológico es un estado de inconsciencia controlado y provocado con medicamentos sedantes que deprimen el nivel de consciencia del paciente hasta llevarlo a una situación de sedación donde no responde a estímulos físicos.
"Hay casos en los que la causa no llega a provocar un coma profundo, pero en la UCI sí que tenemos que profundizarlo aún más. Y eso es lo que se conoce como 'coma inducido'. El motivo de que hagamos esto es para proteger tanto lo ya dañado a nivel cerebral (para que no empeore) como la parte no dañada", explica el doctor García.
Es decir, que si se induce el coma, se puede proteger el cerebro controlando una serie de parámetros como la presión intracraneal y la presión de perfusión cerebral.
En cambio, en el coma no inducido, "despertar o no depende mucho de la causa y de la irreversibilidad del daño sufrido. Además, pueden quedar secuelas leves, moderadas, graves o, directamente, incapacitantes y/o irreversibles", explica el Dr. García.
"Evidentemente, si el daño es severo, la parte dañada es extensa, o el daño se encuentra en una zona crítica y vital del cerebro, las probabilidades de salir del coma son remotas. Sobre todo, de salir bien y sin ningún tipo de secuela", añade.
¿Qué sucede si se desconecta a una persona en coma no inducido?
Con respecto a la posibilidad de desconectar a una persona del estado de coma no inducido, el experto apunta que se realiza en aquellos casos en los que se ha constatado que no hay posibilidad de recuperación.
Se realiza en casos en los que el daño es establecido, irreparable, irreversible y que conlleva secuelas muy graves, incapacitantes y que imposibilitan la más mínima calidad de vida.
Por último, médicos aseguran que la idea de que una persona que ha estado muchos años en coma despierta "como si nada" no es real porque la recuperación es gradual y depende mucho del daño que se haya producido.
Muerte cerebral y estado vegetativo
Por otro lado, es frecuente confundir la muerte cerebral con el término "estado vegetativo" pero la realidad es que no son lo mismo. El término vegetativo se refiere a las funciones corporales vegetativas, es decir, a la respiración, regulación de temperatura, digestión, entre otras.
"Es por esto por lo que se entiende como estado vegetativo la situación en la que el cerebro está funcionando lo mínimo como para mantener y regular dichas funciones. Sin embargo, no hay consciencia, esto es, los pacientes no son conscientes de sí mismos ni de lo que les rodea. Pueden llegar a reaccionar a ciertos estímulos, de forma automática e inespecífica, pero son absolutamente incapaces de comunicarse con su entorno", detalla el doctor García.
En un estado de mínima consciencia, "los pacientes pueden tener algo de conciencia de su entorno, pero mínima, como bien señala el término. Son pacientes que han sufrido un considerable daño cerebral, con importantes limitaciones y secuelas, y que, aunque muestran cierta capacidad de relacionarse con su entorno, esta es muy limitada", añade.
Fuente consultada aquí.