Es fundamental crear una cultura saludable y desarrollar conciencia desde temprana edad sobre los posibles riesgos, lo que permitirá prevenirlos en gran medida.
El accidente cerebrovascular (ACV), comúnmente conocido como stroke o derrame cerebral, no es una entidad aislada, sino más bien un espectro de enfermedades en las que la raíz del problema radica en las arterias o venas del cerebro.
"Inclusive algunas veces radica en las arterias fuera del cerebro, las arterias extracraneales y un stroke ocurre cuando una de estas arterias se tapan o se rompe, causando un accidente cerebrovascular hemorrágico donde la sangre sale de esta arteria o vena, pudiendo causar una isquemia que es la falta de oxígeno y por ende, la muerte celular o neuronal secundaria de la arteria tapada", explicó el Dr. Juan C. Vicenty, neurocirujano.
Factores de riesgo
Ahora bien, el especialista recalca que hay factores de riesgo que se pueden controlar, como otros que no entre los riesgos no controlables se destacan:
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Factores de riesgo controlables:
"Esto es algo que no solamente afecta la vasculatura cerebral sino que afecta la vasculatura del todo el cuerpo, así que si podemos controlar la elevación de estos factores, prevenimos también una enfermedad vascular en todo el cuerpo", agregó el Dr. Vicenty
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¿Cómo identificar el ACV?
Según el portal Mayo Clinic, los signos y síntomas del accidente cerebrovascular incluyen:
Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo: se puede experimentar confusión, dificultad para articular las palabras o para entender lo que se dice.
Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna: puede desarrollar entumecimiento repentino, debilidad o parálisis en la cara, el brazo o la pierna. Esto a menudo afecta solo un lado del cuerpo.
Problemas para ver en uno o ambos ojos: repentinamente, puede tener visión borrosa o ennegrecida en uno o ambos ojos, o puede ver doble.
Dolor de cabeza: un dolor de cabeza súbito y grave, que puede estar acompañado de vómitos, mareos o alteración del conocimiento, puede indicar que está teniendo un accidente cerebrovascular.
Problemas para caminar: puede tropezar o perder el equilibrio. También puede tener mareos repentinos o pérdida de coordinación.
"En el peor de los casos, cuando ya son accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, la persona puede debutar con un dolor de cabeza intenso, sumamente severo y un estado mental alterado, que inclusive puede llevar a esa persona a un estado de coma", enfatizó el neurocirujano.
Tratamientos
El experto resaltó que los tratamientos para un stoke se dividen en 3:
Tratamiento médico: donde se busca prevenir un desarrollo de ese derrame, es decir, está dirigido a todos los factores de riesgo.
Tratamientos intervencionales: donde señala el experto que se divide en el tratamiento por cirugía abierta y el tratamiento por cirugía de catéter.
Tratamiento endovascular: "Allí tal vez es donde ha ocurrido el tratamiento más significativo, tan reciente como el el 2015, hubo un cambio de paradigma de cómo se trataban los derrames isquémicos, donde se convirtió de ser una enfermedad de los neurólogos a ser una enfermedad neuroquirúrgica. Hoy por hoy y esperamos que por siempre por un futuro prometedor, el tratamiento con mayor resultado es el endovascular", expresó el galeno.
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Es decir, cuando una persona experimenta un accidente cerebrovascular isquémico debido a una obstrucción en una arteria, es posible realizar un procedimiento en el que se introducen catéteres en el cuerpo y se navega a través de radiografías hasta llegar a la arteria afectada. Una vez allí, se puede llevar a cabo la aspiración o la recanalización para eliminar el coágulo que está causando el evento isquémico.
"En el campo de la cirugía abierta también poco a poco han surgido nuevos avances, en donde de una manera mínimamente invasiva, podemos extraer hematomas, podemos ser más precisos en la cirugía aneurisma, entre otras cosas", recalcó el Dr. Vicenty.
Prevenir los riesgos
"Si miramos las estadísticas de incidencia y prevalencia de los accidentes cerebrovasculares nos percatamos que, por ejemplo, los latinos somos una de las poblaciones que más riesgo tenemos de padecerlos, esto no solo tiene que ver con la genética sino con nuestra cultura misma y es que todos nos gusta nuestra comida tradicional, que muchas veces tiene un contenido lipídico muy alto no es que no lo hagamos, es que lo hagamos con moderación", indicó.
Por lo tanto, el especialista concluye que es fundamental crear una cultura saludable y desarrollar conciencia desde temprana edad sobre los posibles riesgos, lo que permitirá prevenirlos en gran medida.