Sus aplicaciones se extienden a enfermedades cutáneas, inflamatorias y oncológicas, siendo un recurso valioso en el arsenal médico.
El metotrexato, un fármaco que pertenece a la categoría de antimetabolitos, desempeña un papel crucial en el tratamiento de varias afecciones médicas, desde la psoriasis grave hasta ciertos tipos de cáncer. Sus aplicaciones se extienden a enfermedades cutáneas, inflamatorias y oncológicas, siendo un recurso valioso en el arsenal médico.
¿En qué condiciones es empleado?
En casos de psoriasis grave, caracterizada por la presencia de manchas rojas y escamosas en diferentes partes del cuerpo, el metotrexato se convierte en un tratamiento viable cuando otros enfoques terapéuticos no logran controlar la enfermedad.
De manera similar, en el ámbito de la artritis reumatoide, donde el sistema inmunológico ataca las propias articulaciones del cuerpo, este medicamento se combina con descanso, fisioterapia y, en ocasiones, otros fármacos, para abordar la activa y severa forma de la enfermedad que resiste otros tratamientos.
Además, el metotrexato se emplea en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, incluidos aquellos que se originan en los tejidos alrededor del óvulo fertilizado en el útero, cáncer de seno, cáncer de pulmón, específicos cánceres de cabeza y cuello, linfomas y leucemia. Su función principal radica en retardar el crecimiento de las células cancerosas, abriendo nuevas perspectivas en el combate contra estas afecciones.
Su dosis varía
La administración de metotrexato se lleva a cabo por vía oral, a través de tabletas. La frecuencia de uso varía según la afección y la respuesta del individuo al tratamiento, pudiendo seguir un esquema rotativo que intercala días de administración con días de descanso. Para la psoriasis y la artritis reumatoide, se ha observado que una dosis semanal puede ser recomendada.
Es fundamental acatar las instrucciones médicas con precisión, evitando aumentar o disminuir la dosis, así como mantener la constancia en la toma. En casos de artritis reumatoide, los síntomas pueden tardar semanas en mejorar y meses para experimentar los beneficios totales. La interrupción abrupta del tratamiento sin consulta médica es desaconsejada.
Otros posibles usos del fármaco
El metotrexato también ha sido explorado en el tratamiento de la enfermedad de Crohn, la esclerosis múltiple y otras afecciones autoinmunes. No obstante, como en cualquier tratamiento, es crucial que los pacientes estén atentos a los posibles efectos secundarios y tomen las precauciones necesarias.
Precauciones
Previo a la administración de metotrexato, es vital informar al médico acerca de alergias y otros medicamentos que se estén tomando. La exposición excesiva a la luz solar debe evitarse, ya que el medicamento puede hacer que la piel se vuelva más sensible. Además, la consulta médica es indispensable antes de someterse a cirugías o aplicarse vacunas mientras se está en tratamiento.
Efectos secundarios
El metotrexato puede desencadenar la aparición de efectos secundarios. Es importante que informe a su médico en caso de que experimente alguno de los siguientes síntomas, ya sea en una forma grave o persistente:
Algunos efectos secundarios pueden revestir gravedad, los cuales incluyen:
El metotrexato, con su amplio espectro de aplicaciones médicas, resalta como un recurso multifacético que ha demostrado ser valioso en el tratamiento de diversas afecciones, ofreciendo una vía de esperanza para aquellos que enfrentan enfermedades complejas y desafiantes.
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